Trump respalda la transformación de la salud en EE. UU. liderada por Robert F. Kennedy Jr.

El presidente Donald Trump ha reafirmado su respaldo al secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., quien está llevando adelante una profunda reestructuración del sistema sanitario estadounidense bajo la consigna del movimiento “Make America Healthy Again” (MAHA). Pese a la presión del Congreso y las críticas de sectores de la salud pública, Kennedy ha impulsado medidas que buscan devolver a los ciudadanos el control sobre su propio bienestar y limitar la influencia de corporaciones y burócratas en las decisiones médicas.

Desde que asumió como máximo responsable del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Kennedy ha promovido cambios significativos: redujo el gasto en investigaciones ligadas a grandes laboratorios, restringió el acceso indiscriminado a vacunas como las de COVID-19 y removió a funcionarios que habían convertido a la burocracia en un obstáculo para la transparencia y la libertad médica. Estas reformas, si bien generan debate, apuntan a un modelo en el que las familias y los médicos de confianza, más que los intereses corporativos, recuperen el rol central en las decisiones sanitarias.

Trump, al ser consultado sobre el rumbo de estas políticas, destacó el valor de tener a un funcionario con ideas innovadoras: “Me gusta el hecho de que es diferente. Está comprometido con mejorar la salud en Estados Unidos y eso es lo que necesitamos”, señaló el mandatario, quien mantiene comunicación frecuente con Kennedy.

El origen de esta alianza se remonta a la campaña presidencial de 2024, cuando el movimiento MAHA canalizó un fuerte respaldo popular en favor de un sistema sanitario más transparente, accesible y menos dependiente de la industria farmacéutica. Kennedy, miembro de una de las dinastías políticas más conocidas del país, decidió abandonar su postulación presidencial independiente para apoyar a Trump, quien luego lo designó como secretario de Salud.

Lejos de ver a Kennedy como un “radical”, el presidente ha destacado su apertura de mente y su disposición a repensar políticas de larga data. Aunque Trump reconoce el valor histórico de vacunas como la de la polio, también respalda la postura de su secretario en torno a la necesidad de revisar los excesos regulatorios y garantizar que los estadounidenses no sean forzados a recibir tratamientos que no desean.

Las iniciativas MAHA han conectado especialmente con el electorado republicano y con amplios sectores independientes que reclaman más libertad en las decisiones médicas y menos mandatos impuestos desde Washington. En estados como Florida ya se avanza en la eliminación de los requisitos de vacunación obligatoria en las escuelas, una medida en línea con esta filosofía de devolver a los padres y médicos la autoridad sobre los niños.

Mientras sectores opositores advierten sobre riesgos, los defensores de Kennedy subrayan que su liderazgo responde a una demanda social cada vez más fuerte: transparencia en los datos, acceso equilibrado a la medicina preventiva y respeto a la libertad de elección.

El respaldo firme de Trump a su secretario de Salud muestra que el presidente no teme desafiar al establishment sanitario ni a las poderosas farmacéuticas. En cambio, apuesta por un modelo donde la salud pública se construya desde la confianza, la libertad y la innovación, principios que están en el corazón del movimiento Make America Healthy Again.

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Redacción Mundo Libre
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