Ministros de Trudeau se reúnen con el equipo de Trump en Florida tras las amenazas de imponer aranceles
Dos destacados ministros del gabinete canadiense, Dominic LeBlanc (Finanzas) y Mélanie Joly (Relaciones Exteriores), viajaron a Palm Beach, Florida, para sostener conversaciones con representantes de la administración entrante del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Según adelantaron fuentes del gobierno canadiense, estas reuniones están programadas para realizarse el viernes y se centrarán en discutir estrategias para reforzar la seguridad fronteriza y explorar mecanismos para mejorar el comercio bilateral.
«Esperan continuar las discusiones que tuvieron lugar cuando el Primer Ministro se reunió con el Presidente Trump en Mar-a-Lago el mes pasado», dijo Jean-Sébastien Comeau, director de comunicaciones del Ministro LeBlanc, en un comunicado.
La visita se produce en un contexto de tensión creciente, luego de que Trump amenazara con imponer un arancel del 25% a todas las importaciones canadienses si Canadá no toma medidas más estrictas para controlar la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Estas declaraciones han generado preocupación en Ottawa, dado que las exportaciones canadienses a su vecino del sur ascienden a aproximadamente 1.300 millones de dólares canadienses diarios.
Durante las reuniones, los ministros LeBlanc y Joly tienen previsto presentar un plan de seguridad fronteriza en el que Canadá invertirá 1.300 millones de dólares canadienses (aproximadamente 908 millones de dólares estadounidenses). Este plan incluiría la creación de una fuerza policial conjunta con Estados Unidos para combatir el crimen organizado transnacional y reforzar la vigilancia en la frontera compartida.
Previamente, el lunes 16 de diciembre, LeBlanc sostuvo una llamada telefónica con Tom Homan, designado por Trump como «zar de la frontera», para discutir aspectos clave de este plan y fortalecer la colaboración entre ambos países. Sobre la llamada, el funcionario canadiense comentó: «Es un paso importante para mostrar a los canadienses y a nuestros socios estadounidenses que compartimos su preocupación por la seguridad y la integridad fronterizas. Hemos tomado nota de los comentarios del presidente Trump», reconociendo que hay «mucho trabajo por hacer».
El tráfico de fentanilo es una de las grandes preocupaciones fronterizas de la Administración Trump 2.0 ya que se trata de una droga sintética que ha contribuido significativamente a la crisis de opioides en Estados Unidos. Según datos recientes, los agentes aduaneros estadounidenses incautaron 43 libras de fentanilo en la frontera con Canadá durante el último año fiscal, en comparación con 21.100 libras en la frontera con México.
En cuanto a la migración ilegal, las cifras también muestran una diferencia notable entre ambas fronteras. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos reportó 1,53 millones de encuentros con migrantes en la frontera suroeste con México entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, mientras que en la frontera con Canadá se registraron 23.721 encuentros en el mismo período.
A pesar de estas cifras, Trump ha mantenido su postura firme y, durante una cena en Mar-a-Lago, sugirió en tono jocoso que Canadá podría convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos, una declaración que reflejó su intención de mantener presión sobre las políticas de seguridad fronteriza de Canadá. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, por su parte, ha expresado su disposición a colaborar, pero también ha señalado que tales aranceles perjudicarían a ambas economías.
Es probable que las conversaciones en Palm Beach se centren en la importancia de mantener relaciones comerciales sólidas y en el refuerzo de la seguridad fronteriza como prioridades clave para ambas naciones. Canadá representa el principal destino de exportación para 36 estados estadounidenses, y cualquier medida proteccionista podría tener repercusiones negativas en empleos y precios para los consumidores de ambos países.
Los ministros canadienses podrían resaltar que, aunque están comprometidos con mejorar la seguridad fronteriza, es esencial que las acciones de la nueva Casa Blanca sean proporcionales a la magnitud de los problemas en la frontera norte, algo que ya había adelantado Trudeau en su encuentro con Trump.