Maduro, cada vez más acorralado: Trump abre la puerta al diálogo mientras EE.UU. intensifica la presión militar y judicial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el domingo que Venezuela “quisiera hablar” y que no descarta mantener conversaciones con Nicolás Maduro en medio de una creciente presión militar y jurídica sobre el régimen chavista. “Podríamos tener algunas discusiones con Maduro, y veremos qué pasa. Ellos querrían hablar”, dijo Trump a periodistas antes de abordar el Air Force One. Aunque no confirmó contactos formales, dejó abierta la posibilidad de diálogo: “Yo hablo con cualquiera… veremos qué sucede”.

Las declaraciones se dan en un contexto en el que la Casa Blanca combina disposición a conversar con una estrategia de máxima presión contra Maduro, acusado judicialmente en Estados Unidos por narcoterrorismo.

Washington designa al Cártel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera

El Departamento de Estado anunció que el Cártel de los Soles —la red criminal vinculada a altos mandos militares venezolanos— será designado Organización Terrorista Extranjera (FTO) a partir del 24 de noviembre. La medida, amparada en la sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, introduce consecuencias penales por brindar apoyo material a la organización.

Esta designación no reemplaza la que el Departamento del Tesoro aplicó en julio, cuando agregó al grupo a la lista de Organizaciones Terroristas Globales Especialmente Designadas (SDGT). Ambas categorías funcionan en marcos legales diferentes:

  • La SDGT habilita sanciones financieras, bloqueo de activos y prohibición de transacciones.
  • La FTO coloca al grupo en el mismo rango jurídico que otras organizaciones terroristas, criminalizando cualquier forma de asistencia.

Con esta doble vía, Washington busca estrangular todas las fuentes de financiamiento y movilidad del entramado criminal que, según fiscales estadounidenses, opera desde el propio Estado venezolano.

Operación Southern Spear: el mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe en generaciones

La nueva acción judicial coincidió con un movimiento significativo en el terreno militar. El portaaviones USS Gerald R. Ford, acompañado por aviones de combate y destructores, ingresó al Caribe como parte de la Operación Southern Spear, un operativo antidrogas reforzado que involucra a 12.000 efectivos y casi una docena de buques de guerra.

De acuerdo con la Armada de Estados Unidos, el grupo de ataque atravesó el paso de Anegada el domingo por la mañana, marcando uno de los despliegues navales más grandes en la región en décadas.

Desde septiembre, esta campaña antidrogas ya acumula más de 20 ataques a embarcaciones sospechosas en el Caribe y el Pacífico oriental, con al menos 80 muertos vinculados al narcotráfico. El fin de semana, fuerzas estadounidenses destruyeron otra nave en el Pacífico, eliminando a tres individuos catalogados como “narcoterroristas”.

El contralmirante Paul Lanzilotta explicó que la misión apunta a proteger al hemisferio occidental del narcoterrorismo, mientras Trump insinuó que la operación podría ampliarse para frenar también el tráfico terrestre.

La respuesta del chavismo: negación, acusaciones y una movilización “masiva”

El régimen venezolano reaccionó con hostilidad a las medidas estadounidenses. Diosdado Cabello aseguró que el Cártel de los Soles es un “invento” de Washington y que la acusación ha cambiado repetidamente de supuestos líderes. Maduro, también acusado por narcoterrorismo en tribunales estadounidenses, afirmó que el gobierno de Trump “fabrica” una guerra en su contra.

En un mensaje transmitido desde Caracas, el mandatario chavista anunció una movilización masiva de tropas y civiles, alegando que Venezuela debe prepararse ante la posibilidad de ataques.

Incluso, en un gesto que fue interpretado como una súplica indirecta, Maduro cantó “Imagine” de John Lennon, intentando mostrarse como una «figura pacífica» en medio de la creciente presión internacional.

Un régimen bajo fuego político, judicial y militar

La combinación de acciones —posible apertura diplomática, presión militar inédita, acusaciones penales y designaciones terroristas— coloca a Maduro en uno de sus momentos de mayor vulnerabilidad desde que asumió el poder.

Para Washington, el mensaje está claro: la puerta del diálogo puede existir, pero no en ausencia de consecuencias por los vínculos del régimen con estructuras criminales.

La situación abre un nuevo capítulo en la larga confrontación entre Estados Unidos y Venezuela, donde las próximas semanas podrían definir si la vía del diálogo avanza o si la presión continúa escalando.

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Redacción Mundo Libre
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