Youtuber logró publicar un paper ridículamente falso para mostrar lado oscuro de revistas científicas

El youtuber y periodista de investigación español, Carles Tamayo, consiguió publicar un paper falso en varias revistas científicas y así demostró cómo funcionan las “predatory journals”. La premisa fue que el consumo de cannabis hace crecer el pene y estaba firmado por dos roedores y la “Universidad de la Charlatanería”.
Tamayo decidió investigar el complejo mundo de las predatory journals, en español, revistas científicas “depredadoras”, el lado oscuro de la divulgación de la ciencia, donde editoriales con gran número de revistas científicas publican papers de dudosa procedencia con el único objetivo de lucrar.
Muchas de estas no realizan revisión por pares, no corroboran la veracidad de los estudios, publican bajo conflictos de interés e incluso “secuestran” investigaciones y luego exigen un pago a los científicos.
En palabras simples, son fraudulentas, utilizan a los autores de los papers para financiar su negocio y se saltan los métodos estrictos de revisión que requiere una investigación científica antes de publicarse.
Algunos profesionales recurren a estas revistas debido a la presión académica que implica tener un currículum con varias publicaciones, pero también se usan con fines publicitarios o incluso de mala fe.
Ahora, Tamayo puso a prueba los filtros de las revistas depredadoras y derechamente inventó un artículo donde aseguró que el consumo de marihuana aumenta el tamaño de los genitales masculinos. Utilizó argumentos ridículos, autores inventados, dudosos gráficos y lo consiguió.
El paper falso
El artículo se llamó “El efecto percibido del uso de cannabis en el crecimiento del pene en humanos” e incluso se dejó explícito en el documento que era falso, lo que demostró que no hubo una revisión, según expone el periodista en un video donde documentó todo el proceso.
Enviaron el paper a 10 revistas científicas, de las cuales 6 respondieron, ofreciendo tarifas entre 50 y 2.300 euros por publicar (entre 50.000 hasta unos 2 millones de pesos chilenos). De estas, Tamayo autorizó su publicación en International Multispeciality Journal of Health (IMJ Health), una revista de acceso abierto para investigaciones de la salud.
Según el sitio web de esta, se trata de una “prestigiosa revista internacional, comprometida con la publicación rápida de investigación original de alta calidad en los campos de las ciencias médicas y farmacéuticas”.
Además, se jactan de ser “una plataforma internacional de confianza para la publicación de investigaciones de alta calidad en ciencias médicas y farmacéuticas. Ofrecemos a los autores visibilidad global, rigurosa revisión por pares y una rápida publicación, garantizando que su trabajo llegue al público adecuado”.
Sin embargo, el paper de Tamayo ni siquiera fue revisado. Allí inventó que “el cannabis puede tener un efecto en el crecimiento peniano humano a través de la activación de receptores específicos en el cuerpo”, y lo “respaldó” con insólitos argumentos.
Entre ellos expuso que para la investigación, basada en una encuesta, se seleccionó una población estadística de 10.000 personas de 18 a 35 años del Palmar de Troya, una localidad de España que apenas tiene unos 2.000 habitantes.
“Los resultados de la encuesta para la muestra de 10.000 hombres de 18 a 35 años sugieren que la mayoría de los participantes, aproximadamente el 60%, piensan que el consumo de cannabis ayudó a aumentar el tamaño de su pene“, dice.
Y añadió: “parece ser que pagar a los traficantes de drogas con cromos de Dragon Ball también puede tener un impacto en estos hallazgos. Aunque aún no se comprende la razón exacta de esta correlación, se están realizando más investigaciones para explorar el posible vínculo entre el uso de las cartas de Dragon Ball y el crecimiento del pene”.
Incluso en la parte ética del artículo expresó: “como los datos de este artículo han sido falsificados, las implicaciones éticas se reducen, ya que nuestros encuestados son producto de nuestra imaginación“.
Así reaccionaron las “predatory journals”
Todo indica que nadie supo que el artículo era falso, y no terminó en una sola publicación. Otras de las revistas a las que Tamayo propuso su investigación falsa publicaron el paper sin su consentimiento y luego le exigieron un pago.
Algunas de ellas enviaron excesivos correos electrónicos cobrando una tarifa y amenazando con que esta podría subir si la respuesta era tardía y hubo una que se comunicó por llamada telefónica con el periodista.
Tamayo intentó explicar que todo era mentira, pero la persona tras la línea continuó manifestando que tenía que pagar por la publicación.
Esto último también demostró que muchos científicos que buscan una vía fácil de publicación y envían sus manuscritos, pueden perder años de investigaciones porque estas revistas “secuestran” los papers, exigiendo pagos y sin la posibilidad de que estos se publiquen en otras plataformas.
El mundo de las revistas científicas depredadoras, de hecho, es un problema creciente que ha alcanzado incluso a Chile. En enero pasado, un estudio sobre publicaciones chilenas en plataformas de acceso abierto, reveló que la influencia de la criticada editorial china MDPI, que tiene algunas publicaciones consideradas “depredadoras” o “dudosas”, ha aumentado en el país, pese a su mala reputación.
Entre 2017 al 2023, Chile pasó de publicar el 1% de sus artículos allí, al 13%, cifra que está causando preocupación en la comunidad académica local.
Además, de los artículos chilenos que se están publicando en revistas de esta editorial, un 36% de ellos son pagados con fondos públicos, ya que gran parte de la producción científica de Chile es posible gracias a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que está detrás de programas de financiamiento como FONDECYT, FONDEF, FONDAP, Iniciativa Milenio y becas de maestría y doctorado.
Puedes ver el paper falso aquí:
C. Tamayo y otros autores. El efecto percibido del uso de cannabis en el crecimiento del pene en humanos. International Multispeciality Journal of Health (IMJ Health)