Ya comenzó el plan «Motosierra»: Reducción de Ministerios, ajustes y privatizaciones

Una de las principales promesas de campañas del presidente argentino Javier Milei consistía en achicar el estado y -entre otras medidas- reducir los Ministerios. Mediante un decreto, minutos después de su investidura, dejó solo 9 ministerios, convirtiendo a Argentina en el país con menor cantidad de carteras de Gobierno de América.

Asimismo, este Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), firmado en su primer día como Presidente de la Nación Argentina, al reducir los ministerios de 20 a 9, logra un hito al alcanzar la cifra más baja desde 1903, durante el último gobierno de Julio Argentino Roca. Pero no es el único dato, sino que la «letra chica» de este primer decreto revela la autorización para llevar a cabo ajustes y privatizaciones.

El decreto establece facultades significativas para implementar ajustes de gastos desde el Poder Ejecutivo sin la necesidad de la aprobación del Congreso. Además, se concede la posibilidad de privatizar e incluso cerrar empresas públicas, aunque algunas de estas acciones requerirán la aprobación del Congreso.

El extenso documento que respalda el primer decreto reestructura la administración pública, asignando funciones, presupuestos, recursos humanos y materiales a la Jefatura de Gabinete, encabezada por Nicolás Posse, quien gozará de amplios poderes para llevar a cabo estas reformas.

Otro ministro con poderes destacados será Luis «Toto» Caputo, a cargo del Ministerio de Economía. Este ministerio conservará muchas de las atribuciones e influencias sobre diversas secretarías que anteriormente estaban bajo la órbita de Sergio Massa, denominado anteriormente «super-ministro». Entre las responsabilidades otorgadas a Caputo se encuentra la intervención en empresas y sociedades del Estado, así como la posibilidad de planificar acciones como la intervención, cierre, liquidación, privatización, fusión, disolución o centralización.

En cuanto a Nicolás Posse, se le concede la facultad de intervenir previamente a la designación de directores en empresas y sociedades vinculadas a los ministerios y secretarías de la Administración Pública Nacional. También se le atribuye la responsabilidad de supervisar el desempeño de estas entidades.

Adicionalmente, el decreto otorga al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, nuevos poderes para rehabilitar el sistema de contratos de infraestructura con Participación Público-Privada (PPP), iniciativa que fue implementada durante el gobierno de Mauricio Macri y derogada en los primeros días de la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Frente a una multitud, ayer durante su discurso Milei fue muy claro al decir que prefiere decir verdades incómodas a mentiras reconfortantes y que el ajuste era necesario pero que se iba a efectuar sobre el Estado y no sobre el sector privado, lo que provocó una gran ovación del público.