Una epidemia silenciosa: los hospitales chinos en crisis

Una misteriosa y grave ola de infecciones respiratorias ha estado abrumando a los hospitales de toda China, lo que ha suscitado preocupaciones sobre un posible desastre de salud pública. Desde hospitales abarrotados hasta una demanda vertiginosa de servicios funerarios, los informes de ciudadanos y denunciantes sugieren una crisis sanitaria que las autoridades están tratando de mantener en secreto.

Aunque el Partido Comunista Chino (PCCh) insiste en que la situación está “bajo control”, los inquietantes relatos de los residentes describen una cruda realidad de infecciones masivas, crematorios desbordados y un creciente temor de que las vacunaciones puedan estar relacionadas con el aumento de la enfermedad.

Hospitales en crisis

En varias provincias, los ciudadanos chinos denuncian que los hospitales, especialmente los centros de tratamiento del cáncer, están funcionando por encima de su capacidad. Vídeos virales en las redes sociales, posteriormente censurados, muestran enormes multitudes en hospitales de Beijing, Shanghái, Tianjin y otras grandes ciudades, con pacientes luchando por conseguir una cita.

Un residente de Beijing describió el lamentable estado de las instalaciones médicas mientras la gente busca frenéticamente respuestas para explicar el misterioso aumento de enfermedades respiratorias. “Aparte del tráfico de las horas pico, los únicos lugares llenos de gente son los hospitales”, dijo el usuario, y agregó que obtener atención médica se ha convertido en un desafío agotador ya que muchos se encuentran luchando contra síntomas graves parecidos a la tos que se asemejan a la neumonía.

Una situación similar se está dando en Shanghái, donde un hombre de 42 años que lucha contra el cáncer dijo que empezó a sentirse mal poco después de recibir la vacuna contra la COVID-19. “Me vacuné y nunca me sentí bien después”, dijo el hombre, que se negó a compartir su nombre. “Tres años después, tengo cáncer. Tengo padres ancianos y niños pequeños. ¿Qué se supone que debo hacer?”.

En la provincia de Jilin, una escena impactante en un centro oncológico mostró largas filas de pacientes esperando para recibir tratamiento. Un familiar de un paciente con cáncer rompió a llorar, explicando que solo la hospitalización cuesta 30.000 yuanes al mes, con gastos mensuales totales que superan los 100.000 yuanes (unos 14.000 dólares estadounidenses) incluso con cobertura de seguro. “El médico nos dijo que si no teníamos suficiente dinero, no deberíamos molestarnos en buscar tratamiento. ¿Qué se supone que debemos hacer?”, dijo el usuario entre lágrimas. 

Los crematorios están al límite de su capacidad

Mientras tanto, una crisis sanitaria paralela está llevando al sector funerario chino al límite. Un brote reciente de enfermedades respiratorias graves ha llenado hospitales y morgues, y ha dejado a muchos desesperados por conseguir servicios de cremación.

Los residentes de toda China informan de que las funerarias funcionan sin interrupción y que algunas familias necesitan contactos para poder incinerar a sus seres queridos fallecidos de manera oportuna. “Un ataúd que normalmente cuesta 4.000 yuanes ahora se vende por 12.000 yuanes, y los ataúdes se agotan porque hay muchas muertes”, dijo un residente cerca de Shijiazhuang.

Un residente de Tangshan, en la provincia de Hebei, describió la situación como apocalíptica. “Los crematorios están funcionando a plena capacidad. Necesitamos conexiones solo para conseguir un espacio para el funeral. Parece el fin del mundo”. De manera similar, otro residente de Shijiazhuang señaló que las calles están extrañamente vacías y agregó: “Ahora está muy tranquilo. El transporte público está menos concurrido y la congestión del tráfico ha desaparecido”.

A pesar de las crecientes pruebas de un brote grave, las autoridades chinas siguen restando importancia a la situación. Los datos oficiales de la Administración Nacional de Control y Prevención de Enfermedades de China informaron de 2,8 millones de infecciones de gripe en enero de 2024, un marcado aumento respecto de los 1,5 millones de casos de diciembre. Sin embargo, el gobierno afirma que solo nueve personas murieron a causa de la enfermedad. Estas cifras son ampliamente cuestionadas por denunciantes y fuentes independientes que sostienen que las cifras reales son significativamente mayores.

Preocupaciones por las vacunas

Para empeorar las cosas, un número cada vez mayor de ciudadanos, profesionales de la salud y analistas independientes sospechan que la campaña de vacunación masiva de China puede haber contribuido a la crisis. Muchas personas, incluidas aquellas que gozaban de buena salud, informaron haber desarrollado enfermedades graves después de recibir las vacunas contra la COVID-19. Algunos vinculan las infecciones repetidas con un sistema inmunológico debilitado causado por la vacuna, mientras que otros sostienen que pueden haber surgido nuevas cepas virales debido a la inmunización generalizada. 

“Esta ola de infecciones es un resultado directo de las vacunaciones obligatorias del gobierno”, dijo Li, residente de Zhumandian, provincia de Henan, y agregó: “La inmunidad de muchas personas se ha derrumbado, lo que lleva a infecciones repetidas y complicaciones por norovirus, neumonía por micoplasma, adenovirus y muchas otras enfermedades”. De manera similar, Zhang, de la provincia de Shaanxi, expresó su preocupación por el aumento de los casos de muertes repentinas. “Muchas personas que conozco se enferman una y otra vez. Sus cuerpos simplemente ya no pueden combatir las enfermedades”.

Los expertos también están alertando. Sean Lin, ex microbiólogo del ejército estadounidense y actual profesor adjunto del departamento de ciencias biomédicas del Feitian College, con sede en Estados Unidos, sugiere que ahora circulan simultáneamente varios virus, incluidos subtipos de influenza, COVID-19 y gripe aviar. “Lo más preocupante es si la influenza aviar altamente patógena se está propagando entre la población humana”, dijo Lin a The Epoch Times. 

Lin también advierte que las campañas de vacunación masiva pueden haber impulsado la mutación del virus al permitir “la propagación simultánea de múltiples virus y el debilitamiento del sistema inmunológico de las personas”.

Una masacre silenciosa

Mientras los informes sobre hospitales abarrotados y crecientes muertes inundan las redes sociales, el gobierno chino ha intensificado sus esfuerzos de censura. Los críticos sostienen que el PCCh está ocultando deliberadamente la gravedad del brote, tal como lo hizo durante los primeros días de COVID-19. Un ex periodista chino, Zhao Lanjian, afirma que el país está experimentando “un desastre de vacunas” y una “masacre silenciosa”. Reveló que los directores de funerarias en el noreste de China han informado que “el número de muertes sigue aumentando cada día”. 

Zhao también criticó la negativa del gobierno a reconocer las complicaciones relacionadas con las vacunas: “El PCCh no solo no investiga los efectos secundarios posteriores a la vacuna, sino que está suprimiendo activamente cualquier discusión sobre el asunto”. 

También señaló la sobrecarga actual en los crematorios, el aumento de los diagnósticos de cáncer y el incremento de las muertes repentinas como evidencia de un encubrimiento más grande y siniestro. “El gobierno no te dirá la verdad. Están censurando cualquier voz que cuestione la narrativa en las redes sociales. Pero la verdad no desaparece: esta ‘masacre silenciosa’ está sucediendo ahora mismo”.

Por Alina Wang