Un atentado con bomba en una mezquita de Kabul mata a civiles, se sospecha que fue perpetrado por militantes del ISIS
Al menos cinco civiles murieron en la explosión de una bomba en la mezquita Eid Gah en Kabul el 3 de octubre, según funcionarios talibanes. Se cree que la explosión tuvo como objetivo un funeral celebrado para la madre del portavoz talibán Zabihullah Mujahid. Cuatro personas también resultaron heridas en el incidente.
El ataque fue el primero en golpear la capital desde agosto, cuando un atacante suicida de ISIS-K apuntó a un intento de evacuación estadounidense en las afueras del aeropuerto internacional de Kabul. El ataque se cobró la vida de 169 afganos y 13 militares estadounidenses.
En una entrevista con Al Jazeera, Marco Puntin, director de país de Afghanistan For Emergency, un hospital de emergencia financiado por Italia en Kabul, dijo que había escuchado disparos tras la explosión del 3 de octubre. “Recibimos a cuatro pacientes, tres de ellos tenían heridas de metralla y uno tenía una herida de bala”, dijo Puntin. Agregó que los cuatro pacientes se encuentran actualmente en condición estable.
Un soldado talibán que afirmó haber visto el ataque dijo a Reuters que ocho personas resultaron heridas y dos murieron en la explosión. Él cree que hubo dos atacantes, uno de los cuales murió mientras que el otro fue capturado tratando de escapar de la escena.
Ningún grupo se ha hecho responsable del ataque. Los extremistas del Estado Islámico son los principales sospechosos, ya que han intensificado sus ataques contra los talibanes durante las últimas dos semanas. El portavoz talibán Bilal Karimi declaró que tres sospechosos fueron arrestados en relación con el ataque del domingo. También agregó que ningún combatiente talibán resultó herido en el incidente.
Los ataques en la ciudad capital de Kabul han sido poco frecuentes, pero los militantes del ISIS parecen estar moviendo su presencia más cerca de la ciudad. Los talibanes allanaron recientemente un escondite ocupado por ISIS en la provincia de Parwan, al norte de Kabul.
Los propios talibanes estuvieron a la vanguardia de la coordinación de tiroteos y bombardeos durante sus 20 años de insurgencia, pero ahora que han formado el gobierno, los talibanes están luchando por neutralizar a los grupos militantes rivales que están empleando las mismas técnicas.
Los ataques se producen cuando Afganistán es testigo de una crisis económica tras la toma de poder de los talibanes. La ayuda extranjera que solía otorgarse al gobierno del país respaldado por Washington ahora se ha detenido.