«Un acuerdo golpista»: Abascal reacciona al pacto de Sánchez y Puigdemont y España se agita en protestas
Abascal denunció el pacto entre el PSOE y Junts como el inicio definitivo de lo que él calificó como «un golpe contra la nación, la democracia y la ley». Señaló que este acuerdo representaba una amenaza directa a la unidad nacional y al Estado de Derecho, considerando que marcaba el principio del fin de la democracia y la deslegitimación de las instituciones que han permitido a los españoles vivir en paz y libertad en los últimos años.
Abascal destacó que este «acuerdo golpista» abría la puerta a un referéndum de secesión ilegal e inconstitucional, poniendo en riesgo la base de la convivencia, que es la unidad de la patria. En respuesta, llamó a la unidad de los españoles, instando a dejar de lado las diferencias partidistas para defender la convivencia y la nación.
El líder de Vox hizo un llamado a la movilización social y a la resistencia institucional, subrayando la importancia de oponerse a un gobierno que, según él, busca destruir la nación, la Constitución y la ley. Además, Vox solicitó a sus socios en las regiones que convoquen manifestaciones en apoyo a la resistencia civil, enfatizando la importancia de que las instituciones sean quienes lideren estas convocatorias.
Abascal advirtió sobre la posibilidad de una resistencia civil prolongada ante el acuerdo entre «traidores», destacando la importancia de ser conscientes del peligro al que se enfrentan. En un llamado a la esperanza, instó a los españoles a participar en una resistencia civil permanente, pacífica y firme, con el objetivo de poner fin al supuesto golpe y evitar la persecución de quienes se oponen a él.
Horas de agitación
El acuerdo entre Junts per Catalunya y el PSOE, destinado a asegurar los votos necesarios para la renovación del gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez, ha generado un malestar notable en el espectro político de derecha y en una gran mayoría del pueblo español. En los últimos días, cientos de personas han sido convocadas para manifestarse frente a las sedes del PSOE en diversas ciudades de España.
Las concentraciones más numerosas se han registrado en Madrid, Barcelona y Valencia, aunque en otras ubicaciones, como Jaén o Sevilla, la sede central de los socialistas también ha congregado a críticos que expresan su oposición a las concesiones acordadas entre el PSOE y los partidos independentistas.
Estas protestas, coordinadas a través de las redes sociales, coinciden con la competencia entre el PP y Vox para capitalizar las movilizaciones. Después de las primeras concentraciones lideradas por la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en la calle Ferraz, las opiniones dentro del PP han mostrado divergencias. Mientras el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, condenó rápidamente cualquier concentración que carezca de los permisos necesarios, las críticas desde el PP vasco y la federación madrileña han sido más moderadas y equidistantes.
Santiago Abascal se unió a las protestas y dijo que si el pueblo no interviene España podría perder su estado de derecho y su democracia.
«El gobierno de Sánchez está intentando abolir el Estado de derecho. Estamos ante el principio del fin de la democracia…», expresó ante periodistas.