Ucrania lanza misiles de crucero británicos contra Rusia, un día después de utilizar ATACMS estadounidenses

Ucrania disparó una andanada de misiles de crucero británicos Storm Shadow contra Rusia el miércoles, la última arma occidental que se le ha permitido usar contra objetivos rusos un día después de que disparó misiles ATACMS estadounidenses.

Los ataques fueron ampliamente difundidos por corresponsales de guerra rusos en Telegram y confirmados por un funcionario que pidió el anonimato. Un portavoz del Estado Mayor de Ucrania dijo que no tenía información.

Moscú ha dicho que el uso de armas occidentales para atacar territorio ruso lejos de la frontera sería una escalada importante en el conflicto. Kiev dice que necesita la capacidad de defenderse atacando las bases de retaguardia rusas utilizadas para apoyar la invasión de Moscú, que entró en su día número 1.000 esta semana.

Los corresponsales de guerra rusos en Telegram publicaron un video que, según dijeron, incluía el sonido de los misiles impactando la región de Kursk, que limita con el noreste de Ucrania.

Se escucharon al menos 14 explosiones enormes, la mayoría de ellas precedidas por el agudo silbido de lo que parecía un misil que se aproximaba. El video, filmado en una zona residencial, mostraba una columna de humo negro que se elevaba a lo lejos.

El canal prorruso Two Majors en Telegram dijo que Ucrania disparó hasta 12 Storm Shadows a la región de Kursk y publicó imágenes de fragmentos de misiles con el nombre Storm Shadow claramente visible.

Un portavoz del primer ministro británico, Keir Starmer, declinó hacer comentarios.

Gran Bretaña había permitido previamente a Ucrania utilizar Storm Shadows, que tienen un alcance de más de 250 kilómetros (155 millas), dentro del territorio ucraniano.

El gobierno de Kiev ha estado presionando a sus socios occidentales para obtener permiso para usar tales armas para atacar objetivos en el interior de Rusia, y obtuvo el visto bueno del presidente estadounidense Joe Biden para usar el ATACMS esta semana, dos meses antes de que Biden deje el cargo.

El miércoles, Estados Unidos cerró su embajada en Kiev como medida de precaución debido a lo que denominó la amenaza de un ataque aéreo importante, ya que el uso de misiles por parte de Ucrania aumentó las tensiones. Posteriormente dijo que la embajada reabriría el jueves.

El Pentágono también anunció el miércoles 275 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, que incluía más municiones para el sistema de cohetes HIMARS, y la administración Biden decidió condonar 4.700 millones de dólares en préstamos estadounidenses a Ucrania, mientras los funcionarios salientes buscaban hacer lo que podían para reforzar a Kiev antes de dejar el cargo.

ANTICIPÁNDOSE A LA ADMINISTRACIÓN TRUMP

El sucesor de Biden, el presidente electo Donald Trump, ha dicho que pondrá fin a la guerra y ha criticado los miles de millones de dólares en ayuda a Ucrania bajo el mandato de Biden. Las partes en conflicto creen que es probable que Trump presione para que se celebren conversaciones de paz (no se sabe que se hayan celebrado desde los primeros meses de la guerra) y están tratando de alcanzar posiciones firmes antes de las negociaciones.

Kiev afirma que Moscú, que lanzó una operación militar en Ucrania en febrero de 2022, ha aprovechado anteriormente los límites al uso de armas por parte de Ucrania, en particular para atacar ciudades ucranianas desde el aire con pesadas bombas guiadas.

Los países occidentales dicen que la llegada de más de 10.000 tropas norcoreanas para luchar por Rusia en las últimas semanas fue una escalada que merecía una respuesta.

El primer uso del misil antimisiles estadounidense ATACMS el martes, contra un arsenal ruso en la región de Bryansk, en la frontera norte de Ucrania, provocó unas palabras firmes de Moscú, que anunció un cambio en su doctrina nuclear para reducir el umbral de uso de armas atómicas. Washington ha dicho que no ve necesidad de ajustar su propia postura nuclear y ha acusado a Moscú de recurrir a una retórica irresponsable.

Los analistas militares han dicho que es poco probable que los misiles de largo alcance den a Ucrania una ventaja decisiva en la guerra, pero podrían fortalecer su posición, especialmente en la batalla por una franja de tierra dentro de la región rusa de Kursk que tomó en agosto.

El sonido de una sirena antiaérea en Kiev a primera hora de la tarde del miércoles irritó a los ciudadanos, pero la agencia de espionaje militar de Ucrania afirmó que la amenaza de ataques masivos con drones y misiles en todo el país, que se había difundido ampliamente, era falsa y acusó a Rusia de intentar sembrar el pánico haciendo circular mensajes en Internet al respecto.

«El enemigo, incapaz de someter a los ucranianos por la fuerza, recurre a medidas de intimidación y presión psicológica sobre la sociedad. Les pedimos que se mantengan vigilantes y firmes», afirma el comunicado.

Con el cierre temporal de la embajada de Estados Unidos, las embajadas de Italia, España y Grecia también anunciaron que habían cerrado sus puertas en Kiev. Canadá dijo que suspendió los servicios presenciales en su misión. La embajada de Francia permaneció abierta, pero instó a sus ciudadanos a ser cautelosos. El Kremlin dijo que no tenía comentarios al respecto.

El jefe de inteligencia exterior rusa, Sergei Naryshkin, dijo en una entrevista publicada el miércoles que Moscú tomaría represalias contra los países de la OTAN que faciliten ataques con misiles ucranianos de largo alcance contra territorio ruso.

La guerra se encuentra en un momento volátil, con casi una quinta parte del territorio ucraniano en manos rusas, tropas norcoreanas desplegadas en la región rusa de Kursk y dudas sobre el futuro de la ayuda occidental bajo el gobierno de Trump, cuyos nominados para puestos de administración incluyen a escépticos del apoyo a Kiev.

El domingo, Rusia lanzó un ataque con misiles y aviones no tripulados contra la red eléctrica nacional de Ucrania que mató a siete personas y renovó los temores sobre la durabilidad de la averiada red energética. (Reuters)