Tulsi Gabbard publica nuevos documentos que implican a Obama en la creación de la falsa colusión Rusia-Trump

La directora de Inteligencia Nacional (DNI), Tulsi Gabbard, publicó este miércoles un nuevo lote de documentos previamente clasificados, que según afirma, confirman que el expresidente Barack Obama ordenó deliberadamente promover la narrativa de la supuesta colusión entre Rusia y Donald Trump, a pesar de no existir pruebas que la respaldaran.

Los documentos desclasificados incluyen partes de un informe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes (HPSCI) que detallan cómo altos funcionarios del gobierno saliente de Obama sabían en diciembre de 2016 que no había evidencia sólida que justificara la acusación de interferencia rusa coordinada con la campaña de Trump. Aun así, sostiene el informe, Obama autorizó la difusión de la narrativa, que marcaría el inicio de años de conflicto político e institucional en Estados Unidos.

“Obama sabía que era una farsa y estuvo directamente involucrado en manufacturar e instrumentalizar los informes de inteligencia para crear el engaño de la colusión con Rusia”, expresó Gabbard en su cuenta oficial de X al difundir los documentos.

Este segundo lote de documentos sigue a una primera entrega publicada el viernes anterior, que incluía una sesión informativa presidencial de diciembre de 2016 en la que se reconocía la falta de pruebas concluyentes. Según Gabbard, esto demuestra que la inteligencia fue manipulada con fines políticos en el más alto nivel del poder ejecutivo.

«Conspiraron para subvertir la voluntad del pueblo estadounidense, trabajando con sus socios en los medios de comunicación para promover la mentira, con el fin de socavar la legitimidad del presidente Trump, esencialmente llevando a cabo un golpe de estado de años contra él», escribió Gabbard.

Trump, ahora en su segundo mandato, considera los hechos una reivindicación

El informe representa una victoria política para el actual presidente Donald Trump, quien ya había denunciado públicamente desde 2017 que la supuesta “colusión rusa” era un montaje orquestado por sus opositores. Hoy, en su segundo mandato como presidente número 47, Trump ve en esta revelación una confirmación de que fue víctima de un intento de golpe institucional.

El informe de más de 60 páginas publicado por Gabbard también detalla cómo el aparato de inteligencia fue presuntamente utilizado para desestabilizar a la administración entrante en 2017, generando una crisis que afectó el funcionamiento del gobierno federal durante al menos tres años.

Repercusiones y posibles consecuencias legales

Analistas políticos y constitucionalistas ya anticipan que esta nueva evidencia podría tener consecuencias profundas en el debate público, así como eventuales procesos legales. Si se confirma que se fabricó deliberadamente un caso de colusión sin pruebas y con participación directa del expresidente, se abriría un precedente sin parangón en la historia reciente del país.

Mientras tanto, sectores del Congreso ya exigen nuevas audiencias e investigaciones sobre la conducta de altos funcionarios de inteligencia durante el traspaso presidencial de 2016 a 2017. Figuras del actual gobierno también han señalado la posibilidad de tomar acciones legales contra quienes participaron en lo que Gabbard calificó como “una operación encubierta contra la voluntad democrática del pueblo estadounidense”.

Aunque el caso de la supuesta colusión entre Trump y Rusia ya había sido ampliamente discutido y analizado —incluso por el fiscal especial Robert Mueller en 2019—, los documentos publicados por Gabbard aportan una nueva dimensión al debate, al enfocarse en el rol directo que habría tenido Barack Obama en su origen.

Con esta segunda entrega, la administración actual refuerza su narrativa sobre la existencia de un “Estado profundo” que actuó para evitar el ascenso de Trump al poder, algo que el propio presidente ha repetido en múltiples ocasiones.