Trump y Biden visitaron la frontera sur el mismo día
El presidente estadounidense, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump visitaron el jueves la frontera entre Estados Unidos y México, y expusieron sus visiones sobre el tema candente de la inmigración, una crisis humanitaria constante que ha escalado para convertirse en la principal preocupación de los estadounidenses.
Biden y Trump estuvieron separados por unos 500 kilómetros a lo largo del Río Grande, al sur del país, donde en los últimos meses han llegado cientos de miles de inmigrantes de diversas regiones en busca de una vida mejor, escapando de la pobreza, la violencia, las dictaduras y los desastres naturales en sus países de origen, aunque también han entrado muchos pandilleros, traficantes de personas y terroristas.
Cada uno, Biden y Trump, ofrecieron su visión para abordar un problema que no hace más que empeorar: en diciembre, los agentes fronterizos estadounidenses detuvieron a casi 250.000 inmigrantes, la cifra más alta en al menos dos décadas, según los registros oficiales.
Biden viajó a Brownsville, Texas, donde planea reunirse con agentes de la patrulla fronteriza y de inmigración, así como con líderes locales, con el objetivo de presionar al Congreso para que apruebe su plan para abordar la crisis. Acompañado por su secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, Biden busca abordar la situación en la frontera, un tema que ha sido objeto de críticas por parte de los republicanos en el Capitolio.
Por otro lado, Trump se dirigió a Eagle Pass, también en Texas, donde reiteró sus críticas a la administración de Biden y prometa adoptar una postura más dura en materia migratoria si regresa a la Casa Blanca.
“Es un pésimo presidente. Probablemente el más incompetente que jamás hayamos tenido. Está permitiendo que entren miles de personas de China, Irán, Yemen, Congo, Siria y otras muchas naciones. Estados Unidos se está viendo invadido por el crimen migrante de Biden”, sostuvo Trump.
También destacó el triste caso de Laken Riley, una alumna de enfermería de 22 años, cuyo cuerpo hallaron el jueves pasado en los alrededores de la Universidad de Georgia. Un venezolano de 26 años, José Antonio Ibarra, está acusado de haberla secuestrado y matado, lo que trasladó el foco de la pelea por las políticas migratorias de Estados Unidos en Athens, la ciudad en la que se asienta el centro educativo; un lugar situado a varios miles de kilómetros de la frontera con México.
Más allá de las críticas de la oposición, la situación en la frontera se ha convertido en un desafío político para Biden debido a sus políticas de «fronteras abiertas». A pesar de sus promesas de una política migratoria más humana, la realidad ha llevado a la Casa Blanca a mantener algunas políticas heredadas de la administración anterior.
Por primera vez desde 2019, la inmigración es la principal preocupación para los estadounidenses, según una encuesta de Gallup. La percepción de una crisis en la frontera y la gestión de Biden en este asunto son ampliamente cuestionadas, lo que representa un desafío político significativo para la administración actual.
El tema migratorio ha sido capitalizado por Trump, quien ha reiterado sus críticas a la política de Biden, acusándolo de permitir una «invasión» del país y de fallar en proteger los intereses de los estadounidenses. Esta retórica, que retoma los argumentos de su campaña de 2016, ha resonado en un sector de la población preocupado por la seguridad fronteriza y el impacto de la inmigración en el país.