Trump vs Biden: comenzó la batalla por los estados decisivos
El equipo del expresidente y candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, tiene planeado abrir docenas de nuevas oficinas de campaña y contratar a cientos de empleados en siete estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte.
Las encuestas más recientes muestran una carrera reñida. Por ejemplo, en Pensilvania, Trump aventaja a Biden por un estrecho margen de 49% a 47%, mientras que en Arizona lidera con un 43% en un escenario de cinco candidatos, que incluye a Robert F. Kennedy, Jr., Jill Stein y Cornel West.
Pero, ¿qué está haciendo el presidente Biden al respecto? Pues su campaña no se queda atrás. Han estado promocionando temprano su juego en el terreno, abriendo 100 nuevas oficinas y reclutando a más de 350 miembros del personal en Arizona, Georgia y Pensilvania.
Seth Schuster, portavoz de la campaña de Biden, dijo: «El hecho de que Donald Trump afirme que tiene un plan para construir una operación estatal en el campo de batalla mientras no tienen dinero, despiden personal estatal y cierran centros comunitarios se siente inquietantemente similar a otros planes inminentes de Trump que nunca llegaron a buen término, como la tan prometida infraestructura desde hace mucho tiempo o su reemplazo del Obamacare. Lo creeremos cuando lo veamos».
Pero el Comité Nacional Republicano y la campaña de Trump rechazan estar rezagados. Danielle Alvarez, portavoz del RNC, enfatizó: «Estamos recaudando el dinero. Estamos desplegando los activos. Todo está pasando».
Álvarez afirmó que los demócratas «no pueden exponer a su candidato» y se ven obligados a liderar «con sus tácticas».
Es importante destacar que los próximos cambios de Trump en la infraestructura de campaña de los estados indecisos se producen cuando Biden lo critica por su presencia poco frecuente en lugares clave. Con varios casos penales pendientes en su contra, el tiempo que el líder del movimiento MAGA podría pasar en la carretera haciendo campaña podría ser limitado, y los críticos han dicho que está tardando en intensificar su juego en el terreno.
A principios de año hubo preocupaciones sobre la situación financiera de Trump, con una baja recaudación de fondos y gastos que superaban los ingresos. En enero, el RNC registró su peor recaudación desde 2013, con solo 87,2 millones de dólares y aproximadamente 8 millones en efectivo disponible. Mientras tanto, la campaña de Trump vio reducirse su dinero en efectivo a 30 millones, al tiempo que la campaña de Biden recaudó 42 millones en el mismo período y se jactó de un cofre de guerra de 130 millones para las elecciones generales.
Sin embargo, el mes pasado tanto el RNC como la campaña de Trump vieron mejoras. El comité recaudó 10,6 millones de dólares y obtuvo ganancias en efectivo disponible, mientras que la campaña logró recaudar más de 20 millones, impulsada por las victorias en las primarias, aumentando su efectivo a 42 millones.
A pesar de esta recuperación, persisten las preocupaciones sobre la situación financiera de Trump, especialmente considerando que se le ha ordenado realizar varios pagos en sus causas judiciales. No obstante, tanto el RNC como la campaña expresaron su confianza, señalando que todos los activos están en línea para cubrir los costos. Admitieron que se espera que los demócratas disfruten de una ventaja monetaria, pero afirmaron que Trump no necesita tanto dinero para ganar.
Con Trump y Biden empatados en estados clave, y ambas campañas intensificando sus esfuerzos sobre el terreno, los próximos meses serán cruciales. ¿Quién logrará movilizar mejor a los votantes? ¿Serán suficientes las tácticas y el dinero? ¿Cómo impactarán los casos legales de Trump en su campaña? Todas estas preguntas quedan en el aire, pero una cosa es segura: nos espera una gran contienda electoral.
Mira el informe de Mundo Libre Diario sobre la batalla de Trump y Biden por los estados decisivos: