Trump supera los arrestos de inmigrantes indocumentados de Biden en 50 días, según ICE

En una llamada con periodistas este martes, altos funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) revelaron que los arrestos internos de inmigrantes indocumentados realizados durante los primeros 50 días de la Administración Trump han superado el total registrado por la Administración Biden en todo el año fiscal 2024.

Los datos presentados destacan una marcada diferencia en el enfoque migratorio entre ambas gestiones y han generado un intenso debate sobre las políticas de enforcement en Estados Unidos.

Cifras récord en tiempo récord

Entre el 20 de enero y el 10 de marzo de 2025, ICE llevó a cabo 32.809 arrestos de inmigrantes indocumentados en el interior del país, una cifra que ya se acercaba a los aproximadamente 33.300 arrestos internos reportados durante el año fiscal 2024 bajo el mandato de Joe Biden. Según los funcionarios, en los dos días siguientes al 10 de marzo, los arrestos bajo Trump superaron ese total, consolidando un ritmo sin precedentes en las operaciones de la agencia.

De los arrestos realizados hasta la fecha, 14.111 corresponden a personas con condenas penales, 9.980 enfrentan cargos pendientes y más de 8.000 han sido detenidos únicamente por violaciones migratorias, como permanecer en el país sin autorización legal. Actualmente, ICE tiene bajo custodia a 47.600 inmigrantes, una cantidad que, según las autoridades, ha llevado las instalaciones de detención al borde de su capacidad operativa. «Estamos al límite», admitieron los funcionarios, subrayando la presión que enfrenta la agencia para gestionar esta oleada de detenciones.

Acusaciones contra la Administración Biden

Durante la llamada, los representantes de ICE y DHS acusaron a la Administración Biden de haber «manipulado las cuentas» e «inflado falsamente» los datos de arrestos internos. Según explicaron, el gobierno anterior clasificó como arrestos internos a inmigrantes indocumentados que fueron procesados por ICE y luego liberados en el interior de Estados Unidos, en lugar de ser detenidos o deportados. Estos casos, conocidos como «arrestos de paso», incluyeron a «decenas de miles» de personas —entre ellas miles de criminales violentos y miembros de pandillas— que fueron registrados como arrestos bajo una directiva del liderazgo del DHS durante la gestión demócrata.

ICE afirmó que ahora está enfocada en localizar y detener a estos individuos liberados bajo las políticas de Biden, una tarea que consideran esencial para restaurar la seguridad pública. «Hemos devuelto al ICE a su enfoque original», declaró el director interino de la agencia, Todd Lyons, en una conferencia de prensa reciente. «El secretario Noman y yo estamos cambiando la cultura del ICE hacia una de acción y rendición de cuentas», agregó, destacando un giro hacia una postura más estricta en la aplicación de las leyes migratorias.

La Administración Trump ha dejado claro su enfoque desde el inicio. En una declaración del 29 de enero, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que el gobierno considera a todos los inmigrantes indocumentados como delincuentes, argumentando que «infringieron ilegalmente las leyes de nuestro país». Este discurso refleja la promesa de campaña del presidente Donald Trump de priorizar la deportación masiva y el refuerzo de la seguridad fronteriza, una política que ha ganado tracción entre sus seguidores.

Analistas, citados por Newsweek, estiman que más de 11 millones de inmigrantes indocumentados residen actualmente en Estados Unidos, lo que plantea un desafío logístico y político de enorme magnitud. La rápida escalada de arrestos en los primeros 50 días de la nueva administración sugiere que el gobierno está decidido a cumplir con su agenda, aunque las limitaciones de capacidad y recursos podrían complicar estos esfuerzos a largo plazo.

Un debate en curso

Las revelaciones de ICE y DHS han avivado las tensiones en torno a la inmigración en el país. Mientras la Administración Trump celebra el aumento de arrestos como un éxito en la lucha contra la inmigración ilegal, críticos señalan que la saturación de los centros de detención y la falta de claridad sobre el destino de los detenidos podrían generar problemas humanitarios y legales. Además, las acusaciones contra la gestión de Biden abren un nuevo frente de discusión sobre la transparencia y eficacia de las políticas migratorias en años recientes.

Con ICE operando al límite y un enfoque renovado en la aplicación de la ley, los próximos meses serán cruciales para determinar si la Administración Trump puede sostener este ritmo y traducirlo en deportaciones efectivas, o si las limitaciones estructurales obligarán a un ajuste en sus ambiciosos planes migratorios. Por ahora, el mensaje desde Washington es claro: la era de la tolerancia ha terminado, y la acción está en marcha.