Trump se reúne con Xi Jinping de China y afirma que se ha alcanzado un acuerdo comercial

Tras viajar al este de Asia para una serie de visitas que incluyeron la cumbre de la ASEAN en Malasia, el presidente estadounidense Donald Trump se reunió con el líder de la China comunista, Xi Jinping, en una base aérea surcoreana el jueves (30 de octubre). 

Trump, cuya reunión con Xi es la primera que ambos líderes mantienen cara a cara en seis años, dijo que él y Xi habían llegado a un acuerdo en el que Estados Unidos reduciría los aranceles a China a cambio de que la República Popular China (RPC) reanudara las compras de soja estadounidense y levantara los controles a la exportación de tierras raras. 

El presidente afirmó que Pekín también ha acordado tomar medidas enérgicas contra el tráfico ilícito de fentanilo y calificó la reunión con Xi de “gran éxito”. 

La última vez que Trump y Xi se reunieron en persona fue en 2019, cuando los líderes de los dos países más poderosos del mundo hablaron al margen de la cumbre del G20 de ese año en Osaka, Japón. 

Gira por Asia

La reunión con Xi tuvo lugar en la base aérea de Gimhae, en Busan, una gran ciudad situada en el extremo sureste de Corea del Sur. Marcó el final de la gira asiática de Trump, en la que también destacó los avances comerciales con Corea del Sur, Japón y los países del sudeste asiático.

Tras su llegada a Malasia el 26 de octubre para asistir a la cumbre de la ASEAN de este año, funcionarios estadounidenses y chinos alcanzaron un marco preliminar para un acuerdo comercial que suspendería los aranceles estadounidenses previstos y retrasaría el régimen de control de exportaciones de tierras raras de China.

Los elementos de tierras raras son un grupo de metales, a menudo presentes en cantidades ínfimas, que resultan cruciales para la producción de electrónica moderna y equipos militares. La República Popular China controla actualmente cerca del 90 por ciento de la producción mundial de tierras raras. 

Posteriormente, Trump viajó a Japón, donde se reunió con la nueva primera ministra del país, Sanae Takaichi, una nacionalista conservadora que fue elegida para su cargo el 21 de octubre. Trump elogió el logro de Takaichi como la primera mujer primera ministra de su país, mientras que Estados Unidos y Japón firmaron una serie de acuerdos sobre comercio y tierras raras. 

Bajo el mandato del primer ministro saliente Shigeru Ishiba, Japón se había comprometido a invertir 550.000 millones de dólares estadounidenses en Estados Unidos como parte de sus esfuerzos para evitar el aumento de los aranceles estadounidenses sobre sus productos. 

Al llegar a Corea del Sur el 29 de octubre para asistir a la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), Trump se reunió con funcionarios surcoreanos, incluido el presidente Lee Jae-myung, para avanzar en un acuerdo de inversión y comercio entre Estados Unidos y Corea del Sur por un valor aproximado de 350 mil millones de dólares. 

¿Entendimiento comercial o distensión temporal? 

Tras su reunión con Xi, Trump dedicó unos 15 minutos a responder preguntas de los periodistas, pero no ofreció muchos detalles sobre la conversación ni sobre los acuerdos alcanzados. Posteriormente, el presidente abordó el Air Force One y regresó a Estados Unidos. 

Pero dado que tanto Estados Unidos como China están cada vez más dispuestos a jugar duro en áreas de competencia económica y geopolítica, quedan muchas preguntas sobre cuánto tiempo puede durar cualquier distensión comercial.

La guerra comercial se reavivó este mes después de que Pekín propusiera ampliar drásticamente las restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras, vitales para aplicaciones de alta tecnología, un sector que domina China.

Trump prometió tomar represalias con aranceles adicionales del 100 por ciento sobre las exportaciones chinas y con otras medidas que incluyen posibles restricciones a las exportaciones a China realizadas con software estadounidense; medidas que podrían haber trastornado la economía mundial.

Al sentarse con sus delegaciones para iniciar las conversaciones, Xi le dijo a Trump, a través de un intérprete, que era normal que las dos principales economías del mundo tuvieran fricciones de vez en cuando. «Estoy dispuesto a seguir trabajando con el presidente Trump para sentar bases sólidas para las relaciones entre China y Estados Unidos», añadió.

El yuan chino alcanzó su nivel más alto en casi un año frente al dólar, impulsado por la esperanza de los inversores de una distensión en las tensiones comerciales que han sacudido la economía mundial. Los mercados bursátiles mundiales, desde Wall Street hasta Tokio, han alcanzado máximos históricos en los últimos días.

Antes de la reunión con Xi, Trump dijo en una publicación de Truth Social que Estados Unidos reanudaría de inmediato las pruebas de armas nucleares, algo que Estados Unidos no ha hecho desde 1992. 

Sus declaraciones, sobre las que un periodista le preguntó en Busan pero a las que no respondió, se producen después de que Rusia anunciara que había realizado con éxito una prueba de su torpedo nuclear «Poseidon», un arma diseñada para devastar costas enteras. 

La publicación de Trump destacó el creciente tamaño del arsenal nuclear chino, que se ha expandido a 600 ojivas. El Pentágono estima que Pekín contará con alrededor de 1000 bombas nucleares para el año 2030.