Trump recibe a presidente de Sudáfrica, critica la reforma agraria y condena el asesinato agricultores blancos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió el miércoles en la Casa Blanca al presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en una reunión marcada por discusiones sobre temas controvertidos, incluyendo las acusaciones de Trump sobre un supuesto «genocidio blanco» en Sudáfrica. La conversación abordó también cuestiones de comercio, minerales críticos y las tensiones alrededor de la reforma agraria sudafricana.

El encuentro comenzó con un tono amistoso, con Trump elogiando a los golfistas sudafricanos y Ramaphosa expresando interés en fortalecer las relaciones comerciales. Sin embargo, el ambiente cambió cuando Trump presentó un video que, según él, mostraba evidencia de un «genocidio» contra agricultores blancos, incluyendo imágenes de tumbas. Ramaphosa, visiblemente sorprendido, indicó que no estaba familiarizado con el video y pidió información sobre su ubicación.

Trump también mostró artículos impresos que, según afirmó, documentaban asesinatos de sudafricanos blancos, enfatizando repetidamente la palabra «muerte». Ramaphosa reconoció la existencia de crimen en Sudáfrica, pero señaló que la mayoría de las víctimas son negras. Trump interrumpió, destacando que «los agricultores no son negros», a lo que Ramaphosa respondió que estaba dispuesto a discutir estas preocupaciones.

En la reunión, frente a un Ramaphosa visiblemente nervisio, el mandatario estadounidense difundió imágenes donde se ve a dirigentes sudafricanos -incluyendo diputados- pidiendo que «maten a granjeros blancos».

Los agricultores blancos en Sudáfrica, muchos de ellos descendientes de colonos europeos, han enfrentado desafíos significativos en las últimas décadas. Desde el fin del apartheid en 1994, el país ha buscado corregir las desigualdades históricas, incluyendo la distribución desigual de la tierra, donde los blancos, que representan menos del 10% de la población, poseen una proporción significativa de las tierras agrícolas. La reforma agraria, impulsada por el gobierno sudafricano, ha generado controversia, con algunos agricultores blancos denunciando expropiaciones sin compensación adecuada y un aumento en los ataques violentos contra sus comunidades.

Según datos de la organización AgriSA, entre 1990 y 2020, se registraron más de 1,800 asesinatos de agricultores, muchos de ellos blancos, en incidentes que incluyen robos y ataques violentos.

Grupos como AfriForum han argumentado que los agricultores blancos enfrentan un riesgo particular, citando casos de asesinatos brutales que perciben como motivados racialmente, aunque el gobierno sudafricano sostiene que estos crímenes no constituyen un genocidio ni una persecución sistemática.

Estos crímenes raciales cobraron mayor visibilidad gracias a la administración Trump. En un movimiento contundente, el Departamento de Estado de Estados Unidos, bajo la dirección del secretario Marco Rubio, ordenó la suspensión inmediata de toda la ayuda exterior a Sudáfrica. Esta decisión, anunciada el pasado 6 de marzo, responde a lo que la administración del presidente Donald Trump califica como «prácticas racistas peligrosas» del gobierno sudafricano contra su población blanca, particularmente los afrikaners, descendientes de colonizadores holandeses que han sido pilares históricos de la industria agropecuaria del país.

Temas bilaterales y tensiones

Trump ha criticado duramente la reforma agraria sudafricana, calificándola de expropiación injusta y acusando al gobierno de Ramaphosa de fomentar la violencia contra los blancos con «retórica hostil». También ha cuestionado la demanda de Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia por presunto genocidio. En respuesta, Pretoria ha defendido su política de reforma agraria como una necesidad para corregir las injusticias del colonialismo y el apartheid, y rechaza las acusaciones de Trump como una tergiversación de su historia y realidad actual.

La reunión tuvo implicaciones significativas para Sudáfrica, cuyo comercio con Estados Unidos, su segundo mayor socio comercial después de China, es crucial. Las recientes decisiones de Trump, como la cancelación de ayuda y la expulsión del embajador sudafricano, ya han impactado programas como las pruebas de VIH en el país. Ramaphosa buscó en el encuentro mantener un diálogo constructivo, a pesar de las posturas marcadamente opuestas.

Foto del avatar
Redacción Mundo Libre
Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Consent

COMENTARIOS

guest
0 Comentarios
Más antiguo
Más reciente
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios