Trump promete invocar la Ley de Enemigos Extranjeros en su cierre de campaña
Una elección presidencial como ninguna otra en la historia de Estados Unidos entró en su último día completo el lunes (4 de noviembre) con Donald Trump y Kamala Harris luchando por obtener una ventaja en una contienda reñida que cada uno retrata como un momento existencial para Estados Unidos.
El candidato republicano Donald Trump hizo campaña en Reading, Pensilvania, donde prometió invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para «lanzar el mayor programa de deportación de criminales en la historia de Estados Unidos».
Trump luego hizo un mitin de campaña en Pittsburgh y Grand Rapids, Michigan, antes de regresar a Palm Beach, Florida, para votar y esperar los resultados electorales.
Declaraciones de Trump (traducción)
«Piensa en esto, estamos a solo un día de que esto suceda. Hemos estado esperando esto durante cuatro años. Y tú también. Todos hemos estado esperando durante cuatro años. ¡Un día!»
«El balón está en nuestras manos. Estamos en la línea de dos yardas, tal vez en la de una, pero está en nuestras manos. Y lo ponemos allí. Será el evento más importante tal vez en la historia de nuestro país».
«¡Kamala, estás despedida! ¡Sal de aquí! ¡Estás despedida!»
«El 5 de noviembre de 2024 será el Día de la Liberación en Estados Unidos. Y el primer día lanzaré el mayor programa de deportación de criminales en la historia de Estados Unidos. Vamos a sacarlos de allí. Tenemos que hacerlo».
«Voy a invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ya sabe, de 1798. En esa época, el país se gobernaba con más dureza que hoy».
«Y por la presente pido la pena de muerte para cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de la ley».
¿En qué casos se puede aplicar la Ley de Enemigos Extranjeros?
La Ley de Enemigos Extranjeros fue creada después de la Guerra de Independencia de Estados Unidos para combatir el espionaje y sabotajes británicos. Ha sido utilizada en muy pocas ocasiones a lo largo de la historia del país, siendo invocada por primera vez durante la Guerra de 1812. La ley puede activarse en situaciones de «guerra declarada», invasión o «incursión predatoria» en territorio estadounidense.
En los casos de invasión o incursión predatoria, el presidente tiene la facultad de activar la ley de manera unilateral, sin necesidad de aprobación del Congreso. Sin embargo, su uso en el ámbito migratorio y para deportaciones masivas no tiene precedentes. La jurisprudencia hasta ahora ha reservado esta ley para responder a actos cometidos por naciones enemigas en tiempos de guerra.
Algunos grupos y políticos conservadores ven en esta ley una herramienta poderosa para deportar inmigrantes ilegales, aunque expertos como Katherine Yon Ebright, del Brennan Center, advierten que esta interpretación contradice siglos de práctica legislativa y judicial.
El año pasado, un grupo de congresistas del ala progresista del Partido Demócrata presentó el proyecto de ley «Vecinos no Enemigos», con el objetivo de revocar la Ley de Enemigos Extranjeros.
Trump ha bautizado su plan de deportación masiva como “Operación Aurora”, en referencia a la ciudad de Colorado que ha experimentado un incremento en la actividad de pandillas, especialmente del Tren de Aragua. El exmandatario asegura que, si regresa al poder, tomará medidas drásticas para detener lo que describe como una “invasión” de migrantes a través de la frontera sur.