Trump prohíbe «mutilaciones químicas o quirúrgicas» de «cambio de sexo» en menores de edad
El expresidente de Estados Unidos y actual candidato republicano, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que prohíbe los tratamientos de reasignación de sexo para menores de 19 años en todo el país. La medida incluye la prohibición de tratamientos hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugías de cambio de género para personas que no hayan alcanzado la mayoría de edad.
La Casa Blanca emitió un comunicado, titulado «Protección de los niños contra la mutilación química y quirurgica», en el que declaró: “La política de Estados Unidos es no financiar, patrocinar, promover, asistir o apoyar la llamada ‘transición’ de un niño de un sexo a otro, y hacer cumplir rigurosamente todas las leyes que prohíban o limiten estos procedimientos destructivos y que alteran la vida”.
Con la firma de la orden, se establece que Estados Unidos no financiará ni apoyará la transición de género en menores.
La orden ejecutiva también instruye al Secretario de Salud y Servicios Humanos a tomar medidas para implementar esta política y asegurar que se excluyan estos procedimientos de la cobertura médica de empleados federales.
Además, se exige que en un plazo de 60 días se presenten recomendaciones para garantizar el cumplimiento de esta prohibición en todas las instituciones que reciben fondos federales.
La medida fue celebrada por grupos conservadores y organizaciones que abogan por los derechos de los padres, argumentando que protege a los menores de intervenciones médicas irreversibles.
Por otro lado, defensores de los derechos LGBTQ+ y profesionales médicos han expresado su preocupación, señalando que la prohibición podría limitar el acceso a cuidados médicos necesarios para jóvenes transgénero.
A nivel estatal, más de 20 estados gobernados por republicanos han aprobado leyes que restringen el tratamiento de transición de género para menores y otras medidas relacionadas con personas transgénero. Estas leyes varían en alcance, pero muchas prohíben específicamente el acceso a bloqueadores de pubertad, hormonas y cirugías de reasignación de sexo para menores.
En el ámbito internacional, países como el Reino Unido y Suecia han revisado recientemente sus políticas sobre tratamientos de afirmación de género para menores, implementando restricciones más estrictas y enfatizando la necesidad de más investigaciones sobre los efectos a largo plazo de dichas intervenciones.