Trump presiona a Powell para bajar las tasas durante una visita inusual a la Fed

El presidente Donald Trump protagonizó una inusual y tensa visita a la sede de la Reserva Federal en Washington, en la que criticó los crecientes costos de renovación del histórico edificio y, de manera directa, volvió a presionar al presidente del organismo, Jerome Powell, para que baje drásticamente las tasas de interés.
Durante el recorrido por las obras de remodelación —estimadas inicialmente en 2.700 millones de dólares y que ahora rondarían los 3.100 millones, según Trump— el expresidente no solo cuestionó el gasto, sino que aprovechó el momento para insistir públicamente en su ya conocida exigencia: una reducción significativa de los tipos de interés, a pocos días de una reunión clave del Comité de Política Monetaria del banco central.
“Yo lo despediría”
La escena, captada por cámaras y con ambos líderes usando cascos de seguridad, fue tensa. Trump dijo que los sobrecostos eran inaceptables y que en el sector privado eso le costaría el puesto al responsable del proyecto: “Generalmente, ¿qué haría yo con alguien que no puede manejar un presupuesto? Lo despediría”, lanzó.
Powell, visiblemente incómodo, respondió que no estaba al tanto de los números que citaba Trump y explicó que el presidente había sumado los gastos de un tercer edificio ya finalizado hace cinco años.
La tensión fue evidente en varios intercambios. Powell, con gesto adusto, negó repetidamente las cifras presentadas por Trump y sostuvo que los fondos de contingencia de la Fed permiten afrontar cualquier ajuste sin necesidad de nuevos recursos.
La presión sobre las tasas
Más allá del presupuesto, el verdadero foco del mensaje de Trump fue la política monetaria. Afirmó que Estados Unidos podría estar “mucho mejor” si la Reserva Federal bajara los tipos, e insistió en que le gustaría ver “una gran reducción”. El presidente ha pedido que se recorte la tasa de referencia en al menos tres puntos porcentuales.
“He dicho que me gustaría que bajaran mucho las tasas de interés. Pero ya veremos cómo vota la junta”, declaró Trump mientras caminaba junto a Powell al concluir la visita.
Aunque negó tener la intención de destituir a Powell —como ha sugerido en otras ocasiones—, Trump volvió a expresar su frustración con el manejo de la política monetaria. Días antes, incluso lo llamó “cabeza hueca” en su red Truth Social.
Renovaciones, críticas y sospechas
La visita de Trump se produce en medio de crecientes cuestionamientos republicanos al proyecto de renovación de los edificios Eccles y Marriner S. Eccles, sede central de la Fed. Legisladores como Tim Scott, presidente del Comité Bancario del Senado, han expresado preocupaciones sobre posibles excesos y falta de supervisión en el uso de los fondos.
El propio Trump, junto a funcionarios cercanos como Russell Vought y James Blair, insinuó que podría haber irregularidades, aunque no presentó pruebas. La Fed, por su parte, ha explicado que los sobrecostos se deben a factores como la inflación en materiales y mano de obra, así como al retiro de materiales tóxicos y mejoras en seguridad estructural.
Uno de los puntos más criticados ha sido la supuesta construcción de terrazas ajardinadas en el techo, que fueron descartadas precisamente por la percepción pública negativa, según confirmó el equipo de prensa de la Fed.
A pesar de lo explosivo del encuentro, los mercados financieros reaccionaron con cautela. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió ligeramente debido a datos sólidos del mercado laboral, y el índice S&P 500 cerró prácticamente sin cambios.