Trump interviene y fija posición en la disputa entre Greene y Johnson por el liderazgo republicano

En el candente escenario político de Estados Unidos, una batalla interna dentro del Partido Republicano capta la atención nacional.

El expresidente Donald Trump emitió el miércoles una contundente declaración en medio de la controversia desatada por la representante Marjorie Taylor Greene, quien propuso destituir al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. La posición de Trump agrega un nuevo giro a este enfrentamiento que podría tener implicaciones significativas para el futuro del partido.

En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump expresó su apoyo a Greene, pero a la vez llamó a la unidad republicana.

«Absolutamente adoro a Marjorie Taylor Greene. Ella tiene espíritu, tiene lucha, y creo que estará aquí, y de nuestro lado, por mucho tiempo. Sin embargo, ahora mismo, los republicanos tienen que luchar contra los demócratas de izquierda radical y todo el daño que han causado a nuestro país. Con una mayoría de uno, que pronto será de tres o cuatro, no estamos en posición de votar sobre una Moción de Destitución. En algún momento, es posible que lo estemos, pero este no es el momento».

Este respaldo matizado de Trump a Greene refleja la complejidad de la situación. Por un lado, elogia su combatividad y su potencial dentro del partido, pero por otro, enfatiza la necesidad de priorizar la lucha contra los «demócratas de izquierda radical» en lugar de enfrentamientos internos.

La tensión entre Greene y Johnson se ha ido intensificando durante meses. Greene ha estado presionando a Johnson para que deje de colaborar con los demócratas, advirtiendo sobre posibles consecuencias. El detonante final fue una propuesta de Johnson en abril: un paquete de ayuda extranjera de USD 95.000 millones, con 61.000 millones destinados a Ucrania, 26.000 millones para Israel y varios miles más para otras partes del mundo.

Según reveló el representante Thomas Massie, tres acciones específicas llevaron a Greene y a él a liderar un voto para destituir a Johnson de su cargo de presidente de la Cámara de Representantes. Entre estas acciones se encuentra la aprobación de un enorme proyecto de ley de gastos, el cual, según algunos, pasó sin ser debidamente revisado.

A pesar de las críticas, Trump también tuvo palabras de elogio para Johnson, describiéndolo como «un buen hombre que está tratando muy duro». Sin embargo, dejó entrever que hay ciertas acciones que desearía que se hubieran manejado de otra manera.

La intervención de Trump en esta controversia ha puesto de manifiesto las tensiones subyacentes dentro del Partido Republicano. Mientras algunos aplauden su llamado a la unidad frente a los «demócratas de izquierda radical», otros cuestionan su respaldo a Greene, quien ha sido una figura polémica y divisiva dentro del partido.

Más allá de las posturas individuales, esta disputa pone en evidencia los desafíos que enfrenta el liderazgo republicano en un momento en el que el partido se prepara para las elecciones presidenciales de 2024. La capacidad de mantener la unidad y presentar un frente cohesionado podría ser crucial para sus aspiraciones electorales.

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