Trump gira hacia América Latina y enfría su relación con Europa en un nuevo orden geopolítico

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está reorientando la política exterior de Washington hacia América Latina, fortaleciendo lazos con líderes afines en la región, mientras marca distancia con los conflictos y demandas de Europa. Este cambio estratégico, que incluye un repliegue del apoyo estadounidense a Ucrania, refleja un giro hacia el hemisferio occidental que podría redefinir las alianzas globales.

Según un reportaje exclusivo del New York Post, Trump se reunió este lunes con altos funcionarios, incluidos el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el secretario de Estado, Marco Rubio, para evaluar la posibilidad de que Europa asuma plenamente la responsabilidad de respaldar a Ucrania en su guerra contra Rusia. Esta decisión llega tras una tensa discusión el pasado viernes en la Oficina Oval con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que terminó con el líder europeo abandonando abruptamente Washington rumbo al Reino Unido. Una fuente citada por el periódico señaló que este movimiento forma parte de un plan más amplio para priorizar las relaciones con América Latina, enfocándose en líderes ideológicamente alineados con Trump, como Javier Milei de Argentina, Nayib Bukele de El Salvador y la opositora venezolana María Corina Machado.

“Estamos ante un giro que alejará a Estados Unidos de los conflictos europeos y lo enfocará en construir alianzas en el hemisferio occidental”, afirmó la fuente al New York Post. En la Casa Blanca, Waltz reforzó esta postura al declarar con firmeza: “Damos la bienvenida a que los europeos lideren la seguridad de su propio continente”. Más tarde, en Fox News, añadió: “La paciencia y los recursos del pueblo estadounidense tienen límites, al igual que nuestros arsenales”.

Tensiones con Europa: un punto de inflexión

El distanciamiento con Europa se intensificó tras el discurso del vicepresidente JD Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de 2025, donde criticó la censura estatal y las restricciones a las libertades religiosas en el continente.

Líderes europeos, especialmente en Alemania y Francia, respondieron con dureza, exigiendo a Washington que se enfoque en cuestionar la agresión rusa en lugar de “dar lecciones” sobre democracia. Días después, una cumbre de emergencia en París buscó contrarrestar la postura neutral de Estados Unidos en el conflicto ucraniano, con Emmanuel Macron intentando mediar con Trump. Sin embargo, el choque entre Zelenski y Vance en la Oficina Oval la semana pasada marcó un quiebre definitivo, dejando al Reino Unido como el nuevo pilar de apoyo financiero y militar para Kiev.

América Latina en el radar de Trump

El giro hacia América Latina sorprende a analistas que, durante décadas, han criticado a Estados Unidos por descuidar su “patio trasero” frente al avance de China en la región. En este contexto, Javier Milei, presidente de Argentina, emerge como el aliado más destacado de Trump. El economista libertario, conocido por su admiración hacia el magnate estadounidense, ha revolucionado la economía argentina desde su llegada al poder en diciembre de 2023. Con medidas como el recorte drástico del gasto público, la eliminación de ministerios y el freno a la obra pública, Milei logró en 2024 un superávit fiscal tras 14 años de déficit, además de reducir la inflación de tres dígitos a niveles históricos en tiempo récord, según datos del Banco Central de Argentina.

El éxito de Milei no solo ha captado la atención de Trump, quien lo elogió este lunes diciendo que “ha rescatado a Argentina del olvido”, sino también de figuras como Elon Musk y Vivek Ramaswamy. Ambos se inspiraron en su modelo de “gasto cero” para diseñar el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa clave de la administración Trump para recortar el presupuesto federal.

Milei, por su parte, busca consolidar esta alianza con un acuerdo comercial con Estados Unidos, una propuesta que Trump afirmó estar considerando. En su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos en enero de 2024, el argentino ya había adelantado su visión de integrar a Argentina en las dinámicas comerciales globales lideradas por Washington. Actualmente, con una economía en recuperación en forma de “V”, Milei enfrenta el desafío de acelerar el crecimiento para reducir la pobreza (que ronda el 40%, según el INDEC) y reactivar el empleo.

Bukele y Machado: otros aliados en la mira

Además de Milei, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, se perfila como otro socio estratégico. Su enfoque de mano dura contra el crimen y su apuesta por el bitcoin como moneda legal han resonado con la visión disruptiva de Trump.

Mientras tanto, María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, representa una apuesta a largo plazo para Washington, que busca contrarrestar la influencia del régimen de Nicolás Maduro y sus aliados, como Rusia y China, en la región.

Este acercamiento a América Latina podría marcar el inicio de un eje geopolítico alternativo, con Estados Unidos priorizando socios que compartan su rechazo al globalismo y su apuesta por políticas de derecha. Mientras Europa lidia con sus propios desafíos, desde la guerra en Ucrania hasta la presión migratoria, el giro de Trump sugiere que el futuro de Washington está más cerca de casa de lo que muchos anticipaban.

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Celeste Caminos
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