Trump endurece su postura contra China: “Su economía se desmorona, vendrán a nosotros”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su decisión de mantener los aranceles del 145% impuestos a China, declarando con firmeza: “Su economía se está desmoronando, recurrirán a nosotros”. Estas palabras, pronunciadas en medio de la guerra comercial entre ambas potencias, reflejan la determinación de Trump de no ceder ante el régimen del Partido Comunista Chino, al que señala por prácticas comerciales desleales y manipulación económica.
«¿Por qué haría eso? ¿Los bajaría? En algún momento lo haré, porque si no, nunca podrías hacer negocios con ellos. Pero ahora mismo, no», agregó el presidente.
El Partido Comunista Chino ha extendido su influencia global mediante políticas opacas, infiltrando agentes, sobornando funcionarios y debilitando democracias con su agenda expansionista.
Mientras su economía enfrenta una crisis marcada por el colapso inmobiliario, deudas locales y caída en los precios al consumidor, el régimen intensifica la represión interna. Las violaciones de derechos humanos, la persecución de disidentes, la censura generalizada y la discriminación contra opositores y minorías son prácticas sistemáticas de un gobierno que prioriza el control sobre la libertad.
Trump, consciente de la vulnerabilidad económica de China, destacó que el régimen depende significativamente del comercio con Estados Unidos. “Quieren negociar, su economía sufre porque no comercian con nosotros. La mayor parte de su dinero viene de Estados Unidos, no nos engañemos”, afirmó, subrayando que no suavizará los aranceles para facilitar acuerdos. Esta estrategia busca presionar al Partido Comunista Chino, cuya censura no logra ocultar el descontento interno ni la fragilidad de su sistema económico.
Mientras China intenta mitigar el impacto de los aranceles con medidas como exenciones selectivas a productos estadounidenses, Trump mantiene su ofensiva, acusando al régimen de ser una amenaza económica, política y moral para el mundo. Con la economía china al borde del colapso, Trump confía en que el régimen se verá forzado a negociar bajo los términos de Estados Unidos, exponiendo las debilidades de un sistema autoritario que ha oprimido a su pueblo y desafiado al orden global.