Trump defiende las operaciones contra «barcos de drogas» y advierte que puede ampliar los ataques a tierra

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este miércoles ante periodistas en la Oficina Oval las recientes operaciones militares dirigidas contra embarcaciones señaladas por el gobierno como vinculadas al narcotráfico, y afirmó que su administración cuenta con la autoridad legal para llevar a cabo esos ataques en aguas internacionales. Trump agregó que, si se decidiera atacar objetivos en tierra, su gobierno podría informar y consultar al Congreso, aunque insistió en que no sería estrictamente necesario hacerlo.
En sus declaraciones, el mandatario describió las maniobras navales y la capacidad de los sistemas bélicos empleados, subrayando que “tenemos la mayor fuerza militar del mundo” y que las acciones muestran esa capacidad: “Un disparo, todo en el centro”, dijo, al tiempo que defendió el resultado operativo.
Trump vinculó las operaciones con la protección de la seguridad nacional y sostuvo que cada embarcación neutralizada equivale —en su estimación— a la prevención de decenas de miles de muertes por droga en Estados Unidos, una cifra que mencionó en repetidas ocasiones como justificación de la campaña.
El presidente afirmó que las «drogas por mar» han disminuido considerablemente y que, tras las operaciones recientes, hay “muy pocos botes” navegando con ese propósito. Por ello, anticipó que las organizaciones criminales intentarían ahora ingresar drogas por vía terrestre y advirtió: “Los golpearemos con dureza si entran por tierra”. Trump dijo además que el Ejecutivo está “totalmente preparado” para actuar en ese escenario y que informará al Congreso sobre las acciones en tierra, si se llegaran a realizar.
El secretario de Estado, Marco Rubio, ratificó la línea del Gobierno sobre las operaciones marítimas, afirmando que las embarcaciones detectadas eran rastreadas desde su origen y que se trataba de “barcos de drogas”, incluso mencionando el hallazgo de una submersible en una operación reciente. Rubio indicó que las autoridades conocen a las personas y el material implicado en estas rutas.
En la rueda de prensa también emergieron comentarios de índole diplomática sobre Colombia: preguntado sobre declaraciones del presidente colombiano, Trump respondió con críticas hacia el mandatario sudamericano, al que llegó a calificar como “un tipo malo” y responsabilizó a Colombia por la producción de cocaína, advirtiendo de posibles acciones si la situación no cambiaba.
Trump fundamentó su enfoque en la lucha contra el narcotráfico en la idea de que existe un problema de salud pública y seguridad nacional por las muertes atribuibles al consumo de drogas, y defendió las operaciones como medidas necesarias para “salvar vidas” y proteger a las familias estadounidenses.
Las declaraciones del presidente ponen sobre la mesa la expansión de la estrategia estadounidense contra el narcotráfico hacia operaciones que, según la administración, se desarrollan en aguas internacionales y, potencialmente, en territorio terrestre. El alcance y la continuidad de estas acciones, así como cualquier eventual coordinación con el Congreso o con gobiernos regionales, dependerán de próximas decisiones operativas y políticas del Ejecutivo.