Trump cuestiona ataque israelí en Qatar y advierte que no beneficia a EE. UU. ni a Israel
La tensión en Medio Oriente se intensificó este martes después de que Israel lanzara un ataque aéreo en Qatar con el objetivo de eliminar a líderes políticos del grupo terrorista Hamas. La operación, que dejó al menos cinco miembros de la organización muertos, generó fuertes condenas internacionales y puso en riesgo las negociaciones de paz en curso.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó con cautela al suceso y señaló que no estaba conforme con la manera en que se desarrolló la acción militar. “No estoy encantado con esto. No es una buena situación, pero diré lo siguiente: queremos que los rehenes regresen, aunque no estamos satisfechos con la forma en que ocurrió hoy”, afirmó en declaraciones a la prensa en Washington.
Trump aclaró que la decisión fue tomada de manera unilateral por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y subrayó que el ataque “no avanza los intereses de Israel ni de Estados Unidos”. En un mensaje publicado en Truth Social, añadió: “Bombardear unilateralmente dentro de Qatar, una nación soberana y aliada cercana de Estados Unidos que está trabajando arduamente por la paz, no ayuda a nuestros objetivos comunes. Sin embargo, eliminar a Hamas, que ha prosperado a costa del sufrimiento en Gaza, sí es un objetivo legítimo”.
El mandatario estadounidense aseguró haber instruido a su enviado, Steve Witkoff, a advertir a Qatar antes del ataque, aunque las autoridades de Doha negaron haber recibido un aviso previo. El primer ministro qatarí, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, calificó la ofensiva como un acto de “terrorismo de Estado” y advirtió que podría poner fin a los esfuerzos de mediación entre Israel y Hamas.
Qatar, aliado estratégico de Washington y sede de la base aérea de al-Udeid, ha desempeñado un papel clave en las conversaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes. Tras el ataque, Trump conversó tanto con Netanyahu como con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, a quien garantizó que “algo así no volverá a ocurrir en su territorio”.
La ofensiva israelí se produjo un día después de que el brazo armado de Hamas, las Brigadas Qassam, se atribuyera un ataque en Jerusalén que dejó seis muertos, además de la muerte de cuatro soldados israelíes en Gaza. Netanyahu defendió la acción señalando que “los días en que los líderes terroristas podían gozar de inmunidad han terminado”.
El ataque en Qatar fue criticado por Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, la Unión Europea y el secretario general de la ONU, António Guterres, quien destacó el papel positivo de Qatar en las negociaciones de paz. Incluso el Papa expresó su preocupación por el riesgo de una mayor escalada.
Mientras tanto, la situación en Gaza sigue siendo crítica. Israel ha intensificado sus operaciones militares desde el ataque de Hamas en octubre de 2023, que dejó más de mil muertos y más de 250 secuestrados, según cifras israelíes. La ofensiva ha causado decenas de miles de víctimas en la Franja, según autoridades locales, y ha provocado un desplazamiento masivo de la población palestina.
El futuro de las conversaciones de paz y la estabilidad regional quedan ahora en entredicho tras una acción que no solo pone a prueba las alianzas en Medio Oriente, sino también la capacidad diplomática de Washington para contener la crisis.
