Trump conquista el estado más hispano de EE. UU.
Donald Trump no solo atrajo a votantes blancos en las recientes elecciones; logró también un apoyo sin precedentes entre las minorías, con los hispanos como uno de los grupos que destacaron de manera notable.
El mejor ejemplo de este fenómeno se dio en el condado de Starr, Texas, el más hispano de todo el país. En este condado, donde el 97 % de la población es hispana, un candidato republicano no había ganado desde 1892. Sin embargo, eso cambió en estas elecciones del pasado 5 de noviembre.
Trump obtuvo el 57,7 % de los votos en Starr, mientras que la vicepresidente Kamala Harris, su rival en la contienda, alcanzó solo el 41,8 %, según datos de Newsweek.
Este giro es aún más impactante al compararlo con elecciones anteriores: en 2020, el presidente Joe Biden ganó en Starr con el 52% de los votos, y en 2016 Hillary Clinton obtuvo el 79% en este mismo condado. Pero este año, Starr se sumó a la tendencia nacional que mostró a varios condados tradicionalmente demócratas inclinándose hacia el candidato republicano.
El cambio en el apoyo hispano a Trump no fue aislado; entre 2020 y 2024, el respaldo hispano a su candidatura creció del 32% al 46%, un aumento de 14 puntos porcentuales.
Además, Trump logró el 39% del voto asiático, el 13% del voto negro (incluido el 21% de los hombres negros) y una mayoría sólida del 65% del voto indígena estadounidense.
Su base de apoyo, por lo tanto, se ha vuelto cada vez más diversa, con personas de diferentes orígenes y culturas respaldando su liderazgo.
Incluso el apoyo de las mujeres creció para Trump, subiendo del 42% en 2020 al 45% en 2024, desafiando las expectativas de un apoyo más fuerte para los demócratas en este grupo.
A pesar de las críticas y la frecuente caracterización de su base como “votantes blancos de clase trabajadora” por medios como MSNBC y CNN, Trump ha demostrado que su respaldo trasciende razas y clases, consolidando una coalición diversa y más amplia que nunca.