Presionan por medidas de seguridad más estrictas después del accidente de tren tóxico en Ohio

El Secretario de Transporte de EE. UU., Pete Buttigieg, ha propuesto medidas para endurecer la normativa sobre el transporte de materiales peligrosos, ya que las autoridades han recibido muchas críticas por la forma en que respondieron al terrible descarrilamiento el 3 de febrero de un tren operado por Norfolk Southern y cargado de productos químicos tóxicos en East Palestine, Ohio.

El accidente provocó un incendio y envió una nube de humo sobre la ciudad, lo que obligó a miles de residentes dentro de un área de una milla a evacuar mientras las cuadrillas ferroviarias drenaban y quemaban los productos químicos.

A pesar de que los funcionarios inicialmente intentaron minimizar los riesgos, muchas aves y animales domésticos y salvajes murieron. Algunos expertos dijeron que el impacto ambiental del descarrilamiento tóxico podría persistir durante años. 

Hasta el momento, no se han reportado muertes humanas en la calamidad relativamente poco reportada, pero muchos advierten sobre la destrucción ambiental a gran escala, así como los riesgos futuros para la vida y la salud. 

Las propuestas de Buttigieg

Buttigieg instó el martes a los principales ferrocarriles y al Congreso a tomar medidas significativas.

“Esto representa un momento importante para redoblar nuestros esfuerzos para que esto sea mucho menos probable que vuelva a suceder”, dijo Buttigieg a los periodistas antes del anuncio, y pidió al Congreso que “desate nuestras manos para que podamos hacer más”.   

También planea buscar nuevas regulaciones para impulsar la seguridad ferroviaria» en la medida de lo posible» según la ley actual. Iniciaría programas de inspección enfocados adicionales e instaría a las compañías ferroviarias a adoptar vagones cisterna más seguros para 2025 en lugar de 2029, como lo exige una ley aprobada en 2015. 

Además, reflexionó sobre sus planes para un programa de protección de denunciantes, impulsar las notificaciones de envíos peligrosos a los equipos estatales de respuesta a emergencias y proporcionar licencias por enfermedad pagadas diciendo: “una fuerza laboral sana y bien respaldada es una fuerza laboral más segura”.

Además de eso, Buttigieg quiere que el Congreso facilite la imposición de nuevas normas de seguridad ferroviaria y aumente al menos diez veces las multas del Departamento de Transporte de EE. UU. (USDOT) por violar las normas de seguridad del máximo actual de $225,455.

“Para una compañía ferroviaria multimillonaria que registra ganancias de miles de millones cada año, eso no es suficiente para tener un efecto disuasorio adecuado”, dijo.

¿Cuáles son las probabilidades?

Sin embargo, es cuestionable si las propuestas de Buttigieg reducirán el riesgo de que tal tragedia vuelva a ocurrir. Todas las medidas de seguridad parecían estar en su lugar y puede haber otros factores fuera del control de la secretaria de transporte.

Como ya informamos, el dispositivo de detección de calor del tren fatal ya emitió una alarma que indicaba que uno de los ejes del tren no funcionaba bien durante al menos 20 millas. Aún así, de alguna manera la tripulación del tren no cumplió con la advertencia.

En los días posteriores al accidente de tren de Ohio, ocurrieron otros dos accidentes de tren que involucraron a varios autos que transportaban grandes cantidades de sustancias tóxicas muy potentes en Enoree, Carolina del Sur. Esos choques también pueden representar grandes riesgos para los cultivos, el aire y las aguas subterráneas. 

En particular, East Palestine implementó un programa de identificación portátil días antes de que ocurriera la debacle del tren. Las autoridades entregaron dispositivos portátiles que contenían MyID que detallaban información médica privada que podía leerse en caso de escenarios de desastre en los que las víctimas ya no podían hablar. 

Otra coincidencia reportada por varios medios se refiere a la película de desastres White Noise estrenada por Netflix en 2022, que muestra un derrame masivo de químicos tóxicos en Ohio, en East Palestine.

Reuters contribuyó a este informe.