Tratados internacionales sobre el clima benefician a China al clasificarlo como país «en desarrollo»
Un nuevo informe del Competitive Enterprise Institute (CEI) pone de manifiesto cómo China se aprovecha de los tratados internacionales sobre el clima en detrimento de Estados Unidos y otras naciones.
El informe, titulado «Forzar la mano de la ONU sobre China», destaca la designación de China como país «en desarrollo» ante las Naciones Unidas, a pesar de ser la segunda economía más grande del mundo y el principal emisor de carbono. Esta clasificación otorga a China más flexibilidad y tiempo para cumplir con los estándares climáticos internacionales, mientras que Estados Unidos, siendo un país «desarrollado» con la mayor economía del mundo, está sujeto a plazos y estándares de cumplimiento más estrictos bajo los mismos tratados.
Ben Lieberman, investigador principal de CEI y autor del informe, afirmó: «El estatus de China como nación en desarrollo en los tratados de la ONU ha creado una ventaja injusta sobre Estados Unidos y otras naciones desarrolladas. El Congreso debería usar su poder financiero para evitar que Estados Unidos quede en desventaja en comparación con China».
El informe detalla la historia del estatus de «en desarrollo» de China en los acuerdos climáticos de la ONU, remontándose al Protocolo de Montreal de 1987. Este acuerdo fue crucial para reducir el uso de compuestos químicos que agotan la capa de ozono, y China recibió consideraciones especiales debido a su designación como estado «en desarrollo», según el informe.
Más de 35 años después, esa designación no ha cambiado, señala Lieberman. A pesar de que el Senado ratificó la Enmienda de Kigali en 2022, otorgando a China plazos de cumplimiento más flexibles y acceso a ayuda financiera proveniente de Estados Unidos y otras naciones «desarrolladas», el informe sostiene que esto no es suficiente.
Aunque los senadores republicanos Mike Lee de Utah y Dan Sullivan de Alaska lograron aprobar una enmienda que insta al Departamento de Estado a solicitar a la ONU un cambio en el estatus de China a «desarrollado», Lieberman argumenta que se necesitan acciones más decididas. «Si bien es un primer paso bienvenido, el Congreso debe bloquear afirmativamente la implementación continua de estos tratados hasta que se realice el cambio», escribió en su informe.
Las mismas desventajas derivadas del estatus de «en desarrollo» de China se aplican a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992, un acuerdo centrado en las emisiones de gases de efecto invernadero, explica Lieberman.
«Medidas como la enmienda a la Enmienda de Kigali por sí solas no lograrán el resultado deseado, dado el cuestionable compromiso del Departamento de Estado y la intransigencia china», escribe Lieberman. «Se necesitan medidas contundentes que interrumpan el funcionamiento continuo de estos tratados hasta que China sea reclasificada como nación desarrollada».