Tras las perturbadoras Navidades, la policía de Nueva York se prepara para las protestas propalestinas de Nochevieja

El 25 de diciembre, las protestas de manifestantes pro palestinos en la ciudad terminaron con múltiples detenciones y al menos un miembro del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) sufrió una herida leve, lo que llevó a las autoridades a preocuparse abiertamente de que los manifestantes intentaran perturbar las celebraciones de Nochevieja de la ciudad.

Las protestas han sido una escena habitual en las calles de Nueva York tras las represalias de Israel por el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre.

El día de Navidad, unos 500 manifestantes se concentraron ante la sede de Fox News en la 6ª Avenida de Manhattan a media tarde, antes de dirigirse a la 5ª Avenida en un intento de interrumpir el encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center.

Los manifestantes corearon «Se cancela la Navidad» y portaron un pesebre simulado mientras pedían un alto el fuego en el conflicto entre Hamás e Israel.

De los cientos de manifestantes, un pequeño número se enfrentó a la policía cuando la multitud se dirigía a Union Square, lo que llevó a la policía de Nueva York a elevar brevemente su nivel de movilización al «nivel tres», la segunda alerta más alta del departamento.

Según un portavoz de la policía de Nueva York, en total, cuatro hombres y dos mujeres fueron acusados de delitos como alteración del orden público, resistencia a la autoridad, daños y amenazas, entre otros.

Según el New York Post, «la mayoría de ellos recibieron multas de comparecencia y fueron puestos en libertad».

La policía de Nueva York se prepara para los disturbios de Nochevieja

El 26 de diciembre, durante una reunión informativa en el Ayuntamiento, el alcalde Eric Adams dijo que la policía de Nueva York movilizará más seguridad para la celebración de la Nochevieja de este año en Times Square.

Hizzoner dijo que se han producido casi 500 protestas en la ciudad desde que comenzó el conflicto entre Israel y Hamás y que la ciudad se prepara para al menos una más antes de que acabe el año.

Cada año, miles de neoyorquinos y turistas se reúnen en Times Square para la caída anual de la bola, lo que dificulta la seguridad.

«Es una tarea realmente hercúlea gestionar ese número de personas sin caer en la mano dura, pero siendo protectores», dijo Adams.

Durante la sesión informativa, Adams no se refirió a ninguna amenaza en particular, pero dijo: «Hay una preocupación añadida debido a algunas de las protestas que se han estado viendo, y hubo un intento de interrumpir la iluminación del árbol, y estamos seguros de que va a haber algún tipo de intento este año para utilizar ese escenario para algunas otras preocupaciones que la gente está teniendo».

Un evento navideño del año pasado se vio empañada por la violencia después de que un hombre atacara con un machete a dos agentes de policía. Los dos agentes sobrevivieron al ataque, y el agresor se enfrenta ahora a cargos de terrorismo tras haber declarado supuestamente que el motivo del ataque era librar la «yihad» contra el gobierno de Estados Unidos.

Cuando se le preguntó si la ciudad tiene conocimiento de algún atentado planeado para las celebraciones de este año, Adams dijo a los periodistas: «Si lo tuviéramos, no lo mencionaríamos».

Adams da marcha atrás

Las celebraciones de Nochevieja de este año serán las primeras tras un acuerdo judicial alcanzado el pasado otoño que obliga a la ciudad a desplegar menos agentes en la mayoría de las protestas públicas y que prohíbe a la policía de Nueva York utilizar una controvertida táctica llamada «kettling», que consiste en atrapar y detener a grandes grupos de manifestantes.

El acuerdo, que Adams inicialmente expresó su apoyo, fue el resultado de una demanda presentada por manifestantes de Black Lives Matter que alegaron que sus derechos de la Primera Enmienda fueron violados por la policía de Nueva York durante las protestas que estallaron en la ciudad en el verano de 2020 tras la muerte de George Floyd.

El martes, sin embargo, Adams expresó su preocupación de que las restricciones a las protestas dificultarán que la ciudad responda a las interrupciones.

«Pensé que nos ponía en una dirección muy preocupante, y ahora lo estás viendo: 1.000 personas van a la estación Grand Central y deciden cerrarla o sentarse en la calle frente a Times Square», y añadió: «No creo que la gente deba poder tomar nuestras calles y marchar por ellas. No creo que la gente pueda tomar nuestros puentes. Simplemente no creo que se pueda gobernar una ciudad, este complejo, donde la gente pueda hacer lo que quiera».

El abogado jefe de Adams, que estaba en la sesión informativa, dijo que el acuerdo incluye «un sistema escalonado para responder a las protestas.»

«Así que hay muchas cosas que dependen de las circunstancias. No permite a los manifestantes bloquear el acceso a infraestructuras críticas… Sólo quiero ser clara al respecto», dijo.

Autor: Todd Crawford