Tendrán que guerrear para seguir libres
La Chirusa, Santa Clara, 22 de febrero del 2024. A partir del año 2021, el mundo es otro y si no se desea ser destruido o terminar siendo un esclavo, es necesario asumir a la confrontación como ser humano de una manera pro activa. Porque al igual que en los años previos a la 2da Guerra Mundial, iniciada en 1939 del pasado Siglo XX, los gestos de apaciguamiento dirigidos a los dictadores totalitarios de aquellos tiempos, en realidad fueron contraproducentes y dieron al traste con la paz entre los gobernantes.
Como en los años que precedieron a la 2da Guerra Mundial, cuando Benito Mussolini invadió varios países de África y nada le ocurrió, mientras El Japón Imperial ocupó varios países en Asia y nadie le salió al paso o Adolfo Hitler, secuestró a disímiles regiones en la civilizada Europa y las denuncias nunca fueron hechas en voz lo suficientemente alta para evitar a toda costa el conflicto bélico entre naciones.
Así mismo sucedió con la Segunda Ocupación por Rusia de Chechenia, en el año 1999, donde los militares al servicio de Vladimir Putin se comportaron abiertamente como genocidas y nunca fueron llevados ante los tribunales. O también la ejecución descarada de la Invasión a Georgia, del año 2008, donde tampoco Los Putinistas fueron obligados a enfrentarse a jueces internacionales, igualmente para evitar una guerra de una mayor envergadura.
Tras esas excesivas tolerancias al Imperio del Águila Bicéfala, como lo ha demostrado históricamente el estudio de los comportamientos y las personalidades de los dictadores, Vladimir Putin se sintió al respecto con la mayor de las impunidades del mundo actual. Así en el año 2014, invadió, ocupó y anexó a la Federación Rusa la Península de Crimea, que pertenece al Estado reconocido internacionalmente como la República de Ucrania.
Todas esas antiguas condescendencias para con la Dictadura Putinista localizada en Moscú, han arrastrado las situaciones de inestabilidad internacional, que la civilización humana está padeciendo actualmente. Porque ese mismo Vladimir Putin, quien mentalmente funciona como un Zar Ruso de los pasados siglos incivilizados, por lo que se autopercibió con todo el derecho del mundo, para implementar una invasión a toda Ucrania y la ocupación y anexión de esa nación eslava por Rusia, a partir de febrero del 2022.
Pero lo peor es, que los pronósticos llevan a pensar, que lejos de mejorarse el ambiente guerrista en el planeta que sustenta a la civilización humana, todo indica, que se entenderán y profundizarán las guerras. Pues entrarán en el juego de cambiar fronteras y ocupar otras regiones antes respetadas por El Derecho Internacional, otros protagonistas, quienes también son dictadores totalitarios como los sentados en El Kremlin de Moscú.
Es debido a eso, que ahora el dictador comunista totalitario de la República Popular China Xi Jinping ya lleva más de 2 años amenazado abiertamente, con que en cualquier momento invadirá a la República de China o Taiwan, como es conocida coloquialmente. Una nación que por ahora está protegida por la Séptima Flota de los Estados Unidos de América, algo que no se sabe, ¿hasta cuándo será esa protección estadounidense? Así como se desconoce ¿cuándo Taiwan será invadido?
Mientras y para no quedarse atrás El Ayatolá de la República Teocrática de Irán, Alí Hoseiní Jamenei, se ha dedicado a invadir sin esconderse con milicias mulsulmanas subordinadas a Teherán a varios de los países del Medio Oriente, como son Líbano, Irak, Libia, Siria y Yemen. Lo que ha traído un enfrentamiento bélico por el momento indirecto con Israel, cuyos ciudadanos civiles fueron masacrados en el mes de octubre del 2023, por esas mismas milicias pro iraníes.
Hasta para no ser menos el dictador totalitario Nicolás Maduro Moros, quien desgobierna a la República Bolivariana de Venezuela en la América del Sur y cuyo principal logro al frente de esa tiranía filocomunista es que ya han huido 8 millones de venezolanos al exilio, protegiéndose de los abusos del Comunismo como sistema político. Puesto que Maduro se ha dedicado a amenazar con despojar de la región El Esequibo, una zona selvática que es muy rica en petróleo y legalmente perteneciente a la República Cooperativa de Guyana.
Aunque pudiera parecer en inicio risible, si no fuese por la peligrosidad que implica ese sólo pronunciamiento, con miedo la opinión pública observa el crecimiento de la agresividad dentro de las facciones más extremistas y nacionalistas del Putinismo Ruso. Ya que varios de sus principales voceros han asegurado y cuestionado, que la venta de Alaska por El Imperio Ruso a los Estados Unidos de América es espuria y ese territorio estadounidense debe serles devuelto o de lo contrario invadido y ser recuperado.
La manera de reaccionar de los dictadores totalitarios es psíquicamente muy peculiar, pues en lo fundamental este tipo de gobernantes considera, que la utilización de los métodos de fuerza son los más efectivos para dilucidar las problemáticas que siempre surgen al gobernar. Así mismo y paradójicamente, los dictadores totalitarios solamente respetan a sus homólogos capaces de aplicar metodologías de fuerza, como manera de resolución de los conflictos.
Tanto los dictadores totalitarios como los aspirantes a serlo, cuando ven a los gobiernos de los países democráticos y desarrollados, que ante sus agresiones sólo les aplican sanciones o denuncias diplomáticas, pero evitan asumir acciones de fuerza y proyectar de sus reales capacidades militares, eso lo interpretan como una debilidad de los gobernantes. Ya que el enfrentamiento al final vendrá y para que las personas sigan viviendo en Libertad, tendrán que guerrear para seguir libres.