«Si no damos la batalla cultural, no tendremos un cambio duradero»: Entrevista a Agustín Laje
En los últimos años, Argentina ha sido testigo del surgimiento de movimientos políticos que buscan desafiar el status quo, entre ellos se destaca la «nueva derecha». En una reciente entrevista con Mundo Libre Diario, el politólogo y escritor Agustín Laje reflexionó sobre los retos que enfrenta este sector y las estrategias que podrían definir su éxito en el futuro cercano.
Uno de los principales desafíos, según Laje, es la fragmentación interna. Aunque la nueva derecha en Argentina ha crecido en popularidad, aún enfrenta dificultades para unificar sus diversas corrientes. Desde liberales económicos hasta conservadores sociales, las diferencias ideológicas pueden minar la cohesión del movimiento. «El desafío es encontrar puntos de acuerdo sin perder la esencia de nuestras ideas fundamentales. No podemos permitir que nuestras diferencias nos debiliten en un momento tan crucial», afirmó Laje en la entrevista, al término de Derecha Fest, un multitudinario encuentro realizado en el Auditorio Belgrano de Buenos Aires.
En cuanto al contexto regional, Laje advierte que la nueva derecha en Argentina también debe aprender de las experiencias de otros países latinoamericanos, donde movimientos similares han tenido éxitos y fracasos. En países como Brasil, el avance de la derecha ha sido notorio, mientras que en otros, como Chile, la reacción contra el establishment de izquierda ha sido más compleja. «Debemos entender que cada país tiene su propio ritmo y particularidades, pero hay lecciones que podemos extraer y aplicar en nuestro contexto», dijo el politólogo.
Otro aspecto fundamental, según Laje, es la necesidad de adaptarse a la batalla cultural que se libra en la sociedad. La nueva derecha no sólo debe limitarse al ámbito político, sino también participar activamente en el debate cultural. «Si no damos la batalla cultural, no tendremos un cambio duradero. Necesitamos estar presentes en los medios, en las universidades, en las redes sociales, y en cualquier espacio donde se esté formando la opinión pública», enfatizó.
De acuerdo a Laje, durante décadas la izquierda ha logrado hegemonizar las instituciones educativas, los medios de comunicación y la industria del entretenimiento. Según Laje, este «dominio cultural» ha permeado la forma de pensar de generaciones enteras, creando un entorno hostil para cualquier idea que se aparte del progresismo. «Nos enfrentamos a una hegemonía cultural que ha naturalizado el relativismo moral y el ataque a la familia», expresó.
Ante este panorama, considera que la nueva derecha debe enfocarse en construir su propio espacio cultural y mediático para contrarrestar esa influencia, apelando a los valores tradicionales y la defensa de la libertad individual.
Asimismo, Laje se refiere al rol de la juventud en este proceso. En sus palabras, uno de los aspectos más alentadores es el creciente interés de los jóvenes en el debate político y en la defensa de ideas que desafían el discurso progresista dominante. Este despertar juvenil, que ha encontrado eco en plataformas digitales y redes sociales, representa una oportunidad única para la nueva derecha de consolidar un movimiento de base que trascienda las fronteras partidarias.
“El futuro de la derecha en Argentina depende en gran medida de su capacidad para atraer a las nuevas generaciones”, recalca Laje, insistiendo en que es necesario ofrecer una narrativa clara, coherente y atractiva.
A nivel electoral, uno de los grandes desafíos para la nueva derecha es cómo articular una propuesta que sea percibida como viable por un electorado que ha sido tradicionalmente reacio a opciones políticas no alineadas con el peronismo o el progresismo. En este sentido, Laje señala que la clave está en ofrecer soluciones concretas a los problemas cotidianos de los argentinos, tales como la inseguridad, la inflación y la corrupción, sin dejar de lado la defensa de los principios éticos y morales que sustentan su visión política. “No podemos seguir cayendo en el error de presentarnos solo como opositores, debemos mostrar que tenemos un proyecto de país”, comentó.
En este sentido, Laje enfatiza la necesidad de una mayor formación intelectual dentro de las filas de la nueva derecha. A su juicio, el combate contra el avance de la izquierda no puede librarse únicamente en el terreno electoral, sino también en el ámbito de las ideas. “Una derecha que no tiene claro por qué defiende lo que defiende está condenada al fracaso”, advirtió. De ahí que uno de los pilares de su trabajo sea la formación de cuadros jóvenes con una fuerte base filosófica, económica y política, capaces de dar la batalla en los diversos frentes.
Finalmente, Laje concluyó que la nueva derecha debe prepararse para una lucha a largo plazo. Aunque ha habido avances significativos, el camino hacia una consolidación política y cultural es lento y requiere paciencia. «No podemos esperar cambiar el rumbo del país de la noche a la mañana. Esto es una carrera de fondo, y la constancia es clave para alcanzar el objetivo», concluyó.
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