Sheinbaum afirma que México está alineado con Venezuela, Cuba y Bolivia: «Tenemos muchas cosas en común»
La presidente de México, Claudia Sheinbaum, ha generado controversia al declarar que, ideológicamente, su gobierno se alinea con aquellos que rigen en Venezuela, Cuba y Bolivia. «Tenemos muchas cosas en común», afirmó el 18 de diciembre durante su conferencia matutina en Ciudad de México suscitando críticas debido a la asociación con regímenes señalados por prácticas autoritarias y limitaciones a las libertades civiles.
Sheinbaum se refirió a la visita reciente de su par colombiano, el presidente y exguerrillero del M-19, Gustavo Petro, a México, de quien afirmó «es parte de los gobiernos progresistas de América Latina».
«América Latina tiene a Chile con [Gabriel] Boric, recientemente ganó el Frente Amplio en Uruguay, que recuperó este frente progresista del gobierno de Uruguay. Bolivia, que tiene su problemática particular, pero es un gobierno progresista, por supuesto Brasil con Lula [da Silva], Honduras con la presidenta Xiomara [Castro] y Guatemala con el presidente [Bernardo] Arévalo y México. Venezuela que tiene su problemática que todos conocemos y Cuba, evidentemente. Entonces, son gobiernos progresistas que tenemos muchas cosas en común», expresó la mandataria de 62 años.
La inclusión de Venezuela y Cuba en su lista ha sido particularmente polémica. Ambos países enfrentan sanciones internacionales y han sido criticados por organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional debido a la represión política, restricciones a la libertad de expresión y crisis económicas severas.
En el caso de Venezuela, el 90% de la población vive en situación de pobreza según cifras del ENCOVI 2022, mientras que Cuba atraviesa una de las peores crisis de su historia, caracterizada por la escasez de alimentos, medicamentos y combustibles, además de apagones constantes que afectan a toda la isla.
Analistas y opositores han cuestionado la postura de Sheinbaum, argumentando que alinear a México con estos gobiernos podría afectar la imagen internacional del país norteamericano.
Una de las críticas más severas provino de Eduardo Verástegui, quien el 18 de diciembre compartió el extracto de las declaraciones de Sheinbaum en su cuenta de la red social X y escribió: «La Presidente acepta y comparte que el gobierno mexicano está en la misma línea que gobiernos como: Brasil: Encabezado por un delincuente como Lula. Cuba: Encabezado por un zurdo castro-chavista como Canel. Bolivia: Que sigue cargando el peso de un pederasta y abusador como Evo Morales, a quien en su momento recibieron con los brazos abiertos en Palacio Nacional. Venezuela: Que tiene en el poder a un dictador consumado y declarado que transa con la opoficción para perpetuarse en el poder. ¿A qué suena?».
«¿Este es el gobierno que queremos para México?», concluyó el productor de la exitosa película «Sound of Freedom», que aborda la problemática de la trata de personas, y quien recientemente anunció la formación de un nuevo partido político en México.
En el caso de Brasil, aunque Lula da Silva ha promovido la recuperación económica, su gobierno enfrenta un creciente déficit fiscal producto del elevado gasto público lo que ha generado una fuerte depreciación del real frente al dólar. El líder izquierdista, para intentar sanear las cuentas fiscales, ha implementado un nuevo incremento de impuestos, provocando que el gigante sudamericano hoy cuente con el IVA más elevado del mundo.
Cabe destacar que, además, Lula da Silva estuvo preso por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco del caso Lava Jato, cumpliendo 580 días de prisión hasta que su condena fue anulada en 2021 por el Supremo Tribunal Federal, que determinó que el tribunal original no tenía competencia para juzgar el caso.
Asimismo, en el plano político, la persecución de bolsonaristas por parte del juez Alexandre de Moraes, un controvertido magistrado cercano a Lula, ha suscitado debates sobre la parcialidad con la que se están manejando los casos y el respeto a los derechos civiles y políticos de los ciudadanos.
En Bolivia, además de una crisis política vinculada no solo a Luis Arce sino también a la figura de Evo Morales, el país enfrenta una crisis económica severa, marcada por la escasez de combustible y divisas.
Evo Morales enfrenta actualmente una imputación formal por trata de personas agravada y estupro, relacionada con presuntas relaciones inapropiadas con una menor de edad en 2016, lo que ha aumentado la polarización política en el país. Estas dificultades han generado protestas sociales y una creciente incertidumbre sobre la estabilidad del gobierno.
La controversia producto del alineamiento de México con regímenes autoritarios se intensifica en un contexto donde el país norteamericano busca fortalecer su liderazgo regional, y particularmente con los gobiernos de izquierda de Latinoamérica, sin comprometer sus relaciones con Estados Unidos y otros países occidentales.