Secretaria de Comercio de EE.UU. rechaza pedido de China de suavizar los controles a las exportaciones de tecnología
El 29 de agosto, la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, reveló que había rechazado una solicitud de los líderes chinos para aliviar los controles de exportación de tecnología que podría tener aplicaciones militares. Sin embargo, a pesar de las tensiones, ambas naciones están comprometidas a discutir cuestiones relacionadas con la protección de los secretos comerciales, informó AP News.
Como parte de un esfuerzo diplomático para reparar las tensas relaciones, Raimondo visitó Beijing, donde discutió sus preocupaciones con el segundo máximo líder de China, el primer ministro Li Qiang. La reunión se centró en las restricciones del país a las empresas tecnológicas estadounidenses, mientras que Raimondo destacó el entorno desafiante para las empresas extranjeras debido a las regulaciones antiespionaje ampliadas de China y las redadas inesperadas a entidades consultoras.
Esto sigue a una serie de visitas de funcionarios estadounidenses, incluida la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, para reconstruir las relaciones diplomáticas tensas por cuestiones relacionadas con la tecnología, la seguridad y Taiwán.
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Rompiendo el hielo
China ha expresado su preocupación por el acceso restringido a la tecnología estadounidense, especialmente a los chips de procesador. Tales limitaciones obstaculizan las aspiraciones del Partido Comunista Chino (PCCh) en áreas como la inteligencia artificial y la robótica avanzada, dijo Li.
En particular, estas restricciones afectaron gravemente a las principales empresas tecnológicas chinas, como Huawei Technologies Ltd., la principal marca tecnológica mundial de China, y Tencent, un conglomerado multinacional especializado en diversos servicios y productos relacionados con Internet, incluidos los medios sociales, el entretenimiento, la inteligencia artificial y la publicidad.
Durante la reunión, los líderes chinos expresaron su deseo de ver una reducción en los controles a las exportaciones de tecnología, especialmente aquellas con potenciales aplicaciones militares. También buscaron una retractación de la orden del presidente Joe Biden que limita las inversiones estadounidenses en empresas chinas con posibles vínculos militares.
“No negociamos en cuestiones de seguridad nacional”, respondió Raimondo. Sin embargo, los dos gobiernos acordaron compartir detalles sobre los controles de exportación de Estados Unidos con la esperanza de fomentar un mejor cumplimiento y abrir nuevas líneas de comunicación.
El Primer Ministro Li enfatizó la importancia de las “acciones concretas” de Estados Unidos para mejorar las relaciones bilaterales. Una reunión que inicialmente iba a ser una breve llamada de cortesía de 10 minutos se extendió a una hora y 15 minutos, informó AP News.
Buscando transparencia
A pesar de los desafíos económicos en China, Raimondo sintió que sus homólogos chinos no estaban principalmente motivados por la crisis durante sus discusiones.
“Sus peticiones eran reducir los controles a las exportaciones de tecnología con posibles usos militares y retirar una orden del presidente Joe Biden que restringe la inversión estadounidense en empresas chinas que podrían estar involucradas en el desarrollo militar”, dijo Raimondo.
Los diálogos entre Estados Unidos y China sobre temas militares, climáticos y otros se suspendieron después de la visita de la entonces presidenta Nancy Pelosi a Taiwán en agosto de 2022. Aunque Taiwán (oficialmente conocida como República de China) es una nación insular independiente con su propio gobierno de facto, Beijing lo reclama como parte legítima de su territorio y ha prometido recuperarlo por cualquier medio necesario.
Las condiciones para las empresas extranjeras en China también se han deteriorado debido a la ampliación de una ley antiespionaje, señaló Raimond. Casos recientes, como la multa del Grupo Mintz por recopilación inadecuada de datos, subrayan los desafíos que enfrentan las empresas internacionales en China en su intento de reactivar una economía nacional tambaleante.
Raimondo enfatizó la necesidad de que China aclare las limitaciones “aparentemente aleatorias e impredecibles” que pesan sobre las empresas tecnológicas estadounidenses. Raimondo ilustró un ejemplo cuando Beijing suspendió el uso de productos del principal fabricante estadounidense de chips de memoria, Micron Inc., después de que no pasara una evaluación de seguridad.
Aunque las reuniones se caracterizaron por un diálogo abierto, Raimondo se mantuvo cautelosamente optimista y señaló que la reunión podría marcar un punto de inflexión hacia una acción constructiva en su relación.
«Tuvimos mucho diálogo sincero», dijo. «Espero que este sea el momento en el que empecemos a ver acción».
Sin embargo, aún no está claro si Beijing modificará sus políticas que han tensado sus vínculos tanto con Estados Unidos como con sus vecinos europeos y asiáticos, señaló Raimondo.
Planes para el compromiso futuro
Las visitas en curso entre China y Estados Unidos se derivan de un acuerdo de reunión entre los presidentes Xi y Biden en noviembre de 2022.
Raimondo también mantuvo conversaciones con el viceprimer ministro He Lifeng, que supervisa las relaciones económicas con EE.UU. Sus conversaciones fueron prometedoras, con énfasis en la cooperación mutua, señalaron informes oficiales estadounidenses.
Al abordar la estrategia de “eliminar riesgos” de la administración Biden, Raimondo aclaró que, si bien Estados Unidos prioriza la seguridad nacional, no tiene la intención de aislar a China ni obstaculizar su crecimiento.
Raimondo también señaló que funcionarios de ambos países volverán a reunirse en una «cumbre de viajes y turismo» en 2024, cuyo objetivo es reactivar el turismo una vez que se levanten totalmente los controles antivirus en China. Esto incluye la reanudación de las visitas de grandes grupos turísticos chinos a EE.UU.