Rusia dice que el ataque con misiles hipersónicos a Ucrania fue una advertencia al «imprudente» Occidente
El Kremlin dijo el viernes (22 de noviembre) que un ataque a Ucrania usando un misil balístico hipersónico recientemente desarrollado fue diseñado como un mensaje a Occidente de que Moscú responderá a sus decisiones y acciones «imprudentes» en apoyo de Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, habló un día después de que el presidente Vladimir Putin dijera que Moscú había disparado el nuevo misil, el Oreshnik o Avellano, a una instalación militar ucraniana.
«El mensaje principal es que las decisiones y acciones imprudentes de los países occidentales que producen misiles, los suministran a Ucrania y posteriormente participan en ataques en territorio ruso no pueden quedar sin una reacción de la parte rusa», declaró Peskov a los periodistas.
«La parte rusa ha demostrado claramente sus capacidades y los contornos de futuras acciones de represalia en caso de que no se tengan en cuenta nuestras preocupaciones que han sido delineados con bastante claridad», explicó.
Peskov añadió que Rusia no estaba obligada a advertir a Estados Unidos sobre el ataque, pero de todos modos le informó 30 minutos antes del lanzamiento.
El presidente Vladimir Putin sigue abierto al diálogo, sostuvo Peskov, pero afirmó que la administración saliente del presidente estadounidense Joe Biden «prefiere continuar por el camino de la escalada».
Putin informó el jueves que Rusia había disparado el nuevo misil después de que Ucrania, con la aprobación de la administración Biden, atacara a Rusia con seis misiles ATACMS de fabricación estadounidense el martes y con misiles de crucero británicos Storm Shadow y HIMARS de fabricación estadounidense el jueves.
El mandatario de 72 años afirmó que esto significaba que la guerra en Ucrania había adquirido ahora «elementos de carácter global».
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, apuntó que el uso del nuevo misil por parte de Rusia equivalía a «una clara y severa escalada» en la guerra y pidió una enérgica condena mundial.
Reuters