Rodrigo Paz Pereira asume la presidencia de Bolivia y pone fin a dos décadas de socialismo

El político demócrata cristiano Rodrigo Paz Pereira asumió este sábado la presidencia de Bolivia para un periodo de cinco años, marcando el inicio de una nueva etapa política y económica en el país tras casi 20 años de gobiernos socialistas.
“Dios, patria y familia. Sí, juro”, proclamó el nuevo mandatario al tomar posesión del cargo, en una ceremonia que simboliza el fin de la hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS), fuerza que gobernó Bolivia desde 2006 con Evo Morales y luego con Luis Arce.
Nacido en Santiago de Compostela en 1967, durante el exilio de sus padres, Paz Pereira juró ante su vicepresidente, el exoficial de policía Edmand Lara, y ante los legisladores que inician también este sábado una nueva legislatura.
El líder demócrata cristiano fue elegido presidente en la segunda vuelta electoral del 19 de octubre, donde obtuvo el 54,96 % de los votos, superando al exmandatario conservador Jorge “Tuto” Quiroga, que alcanzó el 45,04 %.
A la ceremonia de investidura asistieron numerosas figuras internacionales, entre ellos los presidentes Javier Milei (Argentina), Gabriel Boric (Chile), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay) y Yamandú Orsi (Uruguay), así como el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau. También participaron autoridades de España y de la Unión Europea, además de delegaciones de América Latina y Asia.
Desde China asistió el ministro de Recursos Hídricos, Li Gouying, como enviado especial del presidente Xi Jinping, y entre los invitados nacionales destacaron los expresidentes Carlos Mesa, Jeanine Áñez, Eduardo Rodríguez Veltzé, Jorge Quiroga y Jaime Paz Zamora, padre del nuevo mandatario.
Desafíos y promesas del nuevo gobierno
Paz Pereira asume el poder en un contexto económico delicado, con escasez de dólares y combustibles, inflación creciente y una crisis productiva que afecta a los precios de los alimentos y servicios básicos.
Durante su campaña, el nuevo presidente propuso instaurar un modelo de “capitalismo para todos”, basado en créditos accesibles para emprendedores, reducción de impuestos y aranceles a la importación de tecnología, y la eliminación del llamado “Estado tranca”, que —según él— obstaculiza la inversión y el desarrollo.
Asimismo, prometió abrir Bolivia al mundo, priorizando las relaciones con democracias y manteniendo distancia de regímenes autoritarios. Por ello, los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua no fueron invitados a la ceremonia.
Con su llegada al poder, Rodrigo Paz Pereira cierra un ciclo de casi dos décadas de dominio del MAS, y abre una nueva etapa en la historia política de Bolivia, marcada por el desafío de reconstruir la economía, restaurar la confianza institucional y redefinir la política exterior del país.








