Revelaciones explosivas sobre el origen del COVID-19: Exfuncionario del FBI acusa encubrimiento por parte del gobierno de Biden

Un nuevo informe ha sacudido los cimientos del debate sobre los orígenes del COVID-19, con declaraciones del excientífico senior del FBI, Dr. Jason Bannan, quien asegura que la administración de Joe Biden suprimió deliberadamente pruebas críticas que vinculaban el origen del virus a una fuga en el Instituto de Virología de Wuhan.

De «teoría conspirativa» a posibilidad sólida

Desde el inicio de la pandemia, las principales agencias gubernamentales, instituciones médicas y medios de comunicación etiquetaron la hipótesis de una fuga de laboratorio como una «teoría conspirativa». Sin embargo, esta teoría ha ganado tracción con el paso del tiempo y ahora cuenta con el respaldo de hallazgos de la FBI y otros expertos independientes.

A pesar de los esfuerzos de censura por parte de las big tech y medios masivos, el argumento de la fuga de laboratorio se ha fortalecido debido a evidencias que destacan aspectos biológicos del virus que no se encuentran en la naturaleza, así como las actividades de investigación de «ganancia de función» en el Instituto de Virología de Wuhan, realizadas bajo niveles de bioseguridad cuestionables.

La omisión de la FBI en reuniones clave

El Dr. Jason Bannan, exmicrobiólogo senior del FBI, reveló que los hallazgos de su agencia fueron deliberadamente excluidos de una reunión de alto nivel con el presidente Biden en 2021. En esa ocasión, se presentaron los resultados de varias agencias de inteligencia sobre el origen del virus, y la conclusión mayoritaria fue que la pandemia tuvo un origen natural. Sin embargo, el FBI fue la única agencia que determinó, con «confianza moderada», que el virus probablemente se originó en un laboratorio.

“Es sorprendente que la Casa Blanca no solicitara la participación del FBI en esa reunión, siendo la única agencia que evaluó que un origen de laboratorio era más probable”, declaró Bannan al Wall Street Journal.

Documentos clasificados y el rol del Departamento de Estado

Documentos recientemente desclasificados por el Subcomité Selecto sobre la Pandemia revelan que el Departamento de Estado de Estados Unidos sabía desde julio de 2020 que el COVID-19 había escapado de un laboratorio en Wuhan y que el Partido Comunista Chino (PCCh) encubrió el incidente. Estos documentos, aunque altamente redactados, evidencian que el gobierno estadounidense ocultó información al público durante meses.

El Subcomité también instó al Departamento de Estado a desclasificar más documentos para compartir «la verdad sobre los orígenes del COVID-19» con el pueblo estadounidense.

Hallazgos clave del informe del Subcomité sobre la Pandemia

El Subcomité Selecto sobre la Pandemia del Coronavirus publicó recientemente un informe titulado “Revisión posterior a la acción de la pandemia de COVID-19: Lecciones aprendidas y un camino a seguir”. Entre sus conclusiones más impactantes se encuentran cinco argumentos que respaldan la teoría de la fuga de laboratorio:

1. El virus posee características biológicas que no se encuentran en la naturaleza.
2. Los datos muestran que todos los casos de COVID-19 provienen de una sola introducción en humanos, a diferencia de pandemias anteriores con múltiples eventos de propagación.
3. Wuhan alberga el principal laboratorio de investigación de SARS de China, con un historial de investigaciones arriesgadas realizadas bajo condiciones de bioseguridad inadecuadas.
4. Investigadores del Instituto de Virología de Wuhan se enfermaron con un virus similar al COVID-19 en el otoño de 2019, meses antes de que se reportaran los primeros casos en el mercado húmedo de Wuhan.
5. Si existiera evidencia de un origen natural, esta ya habría salido a la luz.

El silencio de los principales actores

Durante años, figuras como el Dr. Anthony Fauci, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistieron en que el virus tuvo un origen zoonótico. Sin embargo, las nuevas revelaciones, sumadas al cambio de postura de algunos medios tradicionales, refuerzan las dudas sobre la narrativa oficial.

El caso subraya la importancia de la transparencia gubernamental y el acceso a la información pública en tiempos de crisis. Con una comunidad global que busca comprender cómo ocurrió la pandemia para evitar futuras catástrofes, la ocultación de información no solo erosiona la confianza pública, sino que también obstaculiza los esfuerzos para mejorar la preparación ante emergencias sanitarias.

Con el tiempo, la búsqueda de la verdad sobre el origen del COVID-19 podría tener repercusiones significativas en la política, la ciencia y las relaciones internacionales.