10.000 cabezas de res fueron halladas muertas en Kansas

Se estima que unas 10.000 cabezas de ganado fueron encontradas muertas el lunes en un corral de engorde de Kansas, EE. UU. La explicación oficial es que las temperaturas en el área superaban los 100 grados Fahrenheit, había humedad y había poco o nada de viento para ayudar a refrescar a los animales, según reportó la página especializada Progressive Farmer.

Los números finales de muertes continúan actualizándose, pero los expertos en ganado compartieron esa estimación inicial y ubicaron el punto geográfico central de esas bajas en Ulysses, Kansas.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Salud y Medio Ambiente de Kansas, Matthew Lara, confirmó la muerte de al menos 2.000 cabezas de ganado que sucumbieron al calor y la humedad el martes, según Reuters.

El ganado comenzó a sufrir estrés por calor cuando las temperaturas y la humedad aumentaron durante el fin de semana en el oeste de Kansas y los vientos refrescantes desaparecieron, explicó Scarlett Hagins, portavoz de la Asociación Ganadera de Kansas. Asimismo afirmó que los animales no pudieron aclimatarse al cambio repentino.

Este desafortunado suceso añade un problema más a la industria ganadera de EE. UU. que ya viene golpeada. Los productores han reducido las manadas debido a la sequía y se han enfrentado a los costos de alimentación se han ido disparando debido a recurrentes demoras en la cadena de suministro.

Fox News informó en mayo que los precios de las aves, el pescado y la carne habían aumentado un 13,8 por ciento en lo que va de este año.

La industria alimentaria de EE. UU. en general también está atravesando un momento complicado. En mayo, un importante productor de pollo se vio obligado a retirar más de medio millón de libras de productos de pollo precocinados.

También se ha contabilizado una cantidad alarmante de incendios, explosiones y destrucción general de plantas de alimentos en todo el país.

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Hasta el momento, al menos 18 plantas de procesamiento de alimentos en los Estados Unidos han sido dañadas o destruidas por incendios en los últimos 6 meses.

Todos estos siniestros han sido catalogados oficialmente como accidentales o no concluyentes.

A su vez, una extraña serie de incendios y accidentes aéreos en los últimos meses ha destruido las instalaciones de grandes empresas de procesamiento de alimentos en cuatro estados diferentes, agravando una crisis de inflación y de la cadena de suministro que se está convirtiendo rápidamente en crónica.

A pesar de que no parecen ser incidentes aislados, la prensa local e internacional los toma como una mera casualidad y no encuentra un nexo entre un siniestro y otro.

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En un momento en que la cadena alimentaria de los Estados Unidos ya se encuentra bajo una grave presión, estos desastres no podrían haber ocurrido en un peor escenario.