Conmoción en República Dominicana por el asesinato del ministro de Medio Ambiente en su oficina
El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana, Orlando Jorge Mera, hijo de un expresidente, fue asesinado con un arma de fuego en su oficina este lunes 6 de junio por un amigo de la infancia, según informaron las autoridades dominicanas.
Asimismo, han indicado que los motivos del asesinato siguen bajo investigación.
«Las informaciones que manejamos hasta ahora indican que en horas de la mañana de hoy (lunes) el ministro de Medio Ambiente perdió la vida al ser atacado en su despacho con un arma de fuego», dijo el vocero de Presidencia, Homero Figueroa.
Las autoridades confirmaron que habrían hallado al posible responsable: «Miguel Cruz, la persona identificada como la que disparó, era un amigo personal del fallecido ministro. El responsable se encuentra bajo custodia de la policía nacional y el Ministerio Público».
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Sobre el ministro Mera
Orlando Jorge Mera era hijo del expresidente dominicano Salvador Jorge Blanco (1982-1986). Se desempeñó como delegado ante la Junta Central Electoral del Partido Revolucionario Moderno desde el 2019. Fue secretario general del Partido Revolucionario Dominicano y secretario de la Juventud Revolucionaria Dominicana, desde abril de 1998.
El ministro, de 55 años ejercía su cargo desde el inicio del gobierno del presidente Abinader, en agosto de 2020. Estaba casado con la embajadora dominicana en Brasil, Patricia Villegas, y deja dos hijos, entre ellos el diputado Orlando Jorge.
Sobre Cruz
El presunto atacante y amigo cercano de la víctima, Miguel Cruz, es hijo de Fernando Cruz Méndez, quien durante el Gobierno de Salvador Jorge Blanco (padre del ministro) fue mayor general y se desempeñó como comandante general de la Fuerza Aérea.
Tras propinarle siete disparos al ministro, Cruz huyó del ministerio y se refugió en la parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, ubicada en el sector Renacimiento, a unos 2,4 kilómetros del lugar del homicidio.
Horas después salió de la iglesia esposado, escoltado por policías, en medio de un gran aparato de seguridad establecido alrededor de la iglesia, mientras varias personas gritaban “¡asesino!”, según reportaron los medios locales.
Aún no están claras las circunstancias de cómo pudo haber entrado con un arma y haber huido del ministerio luego del asesinato.