‘Renunciar al PCCh’: por qué es inevitable el colapso del Partido Comunista Chino
Desde el primer día que surgió el movimiento «Renuncia al PCCh», lo consideré uno de los mayores movimientos de auto-rescate de la historia. Como mencionó el Sr. Jiang Fan, cuando el número de personas que habían renunciado al Partido alcanzó el millón, yo estaba en Nueva York copatrocinando una manifestación con un amigo de apellido Wei. En aquel momento, dije que renunciar al PCCh es similar a abandonar la mafia o el crimen organizado: es un proceso de liberación de una vida limitada, controlada y secuestrada por un sistema brutal.
Para las personas, abandonar el PCCh no es solo una cuestión de fe o reconstrucción moral personal; es un acto de auto-rescate. En una sociedad donde la decadencia moral es rampante y la vida humana es tratada como una hormiga, cada persona presente en estas reuniones es un héroe que salva vidas.
Bajo el régimen del PCCh, la naturaleza humana, la moral y las creencias quedan completamente destruidas. Algunos afirman vivir bien en lo material, pero eso no representa la totalidad de la vida. Cuando se eliminan la libertad, la elección de creencias, el juicio moral y la conciencia social, el PCCh reduce a las personas a «humanos comunistas»: seres casi zombis, carentes de humanidad, bondad, justicia y civilidad, obedientes únicamente a las órdenes del Partido.
Dejar el Partido es la redención de la humanidad
Durante los últimos 26 años, los practicantes de Falun Gong han promovido el movimiento «Renuncia al PCCh» (retirada del Partido, la Liga Juvenil y los Jóvenes Pioneros), ofreciendo a la gente una opción: alejarse de la sangrienta maquinaria autoritaria del PCCh, dejar de ser un simple engranaje o instrumento, e incluso despertar de las almas corruptas de asesinos o perpetradores, restaurando la dignidad humana. «Renunciar al PCCh» no solo representa una redención personal de la naturaleza humana, sino que también ha tenido un profundo impacto en China, constituyendo una poderosa fuerza contra el afán del PCCh de «comunizar» la sociedad.
En países libres como Canadá, los practicantes de Falun Gong se han resistido a la infiltración del PCCh, incluyendo sus intentos de comprar medios de comunicación, controlar a políticos e influir en las elecciones. El alcance del PCCh ha puesto en peligro comunidades cimentadas en la libertad, la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho. Por lo tanto, el movimiento «Renuncia al PCCh» representa no solo la salvación de las personas y de China, sino también la defensa de la civilización global y el avance de la paz mundial: es una lucha contra las fuerzas del mal.
Impulsando la civilización hacia adelante
Prevaleceremos porque el colapso del régimen autoritario del PCCh es inevitable; incluso el propio Partido sabe que su reinado perverso terminará. La cuestión clave es cómo sobrevivir a su caída sin ser destruidos junto con ella. Cada persona se enfrenta a una decisión crucial: no debemos perecer con la tiranía del PCCh. En cambio, debemos optar por seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, convirtiéndonos en seres humanos conscientes, rectos, valientes y dignos. Este movimiento impulsará la civilización mundial.
Espero que el mundo vea que rechazamos convertirnos en cenizas con el PCCh. Al elegir Verdad, Benevolencia y Tolerancia, nos convertimos en una fuerza poderosa en la historia de la humanidad, contribuyendo al avance de la civilización a nivel global.
—Sheng Xue, mientras hablaba en la manifestación en Toronto, Canadá, el 16 de agosto de 2025, para celebrar los 450 millones de personas que renunciaron al PCCh.
(Este artículo representa únicamente las opiniones personales del autor).
Por Sheng Xue
