Reino Unido prepara prohibición de los Institutos Confucio tras el nombramiento de Sunak como primer ministro

El gobierno británico está trabajando en la prohibición de los Institutos Confucio patrocinados por la China comunista, según funcionarios que hablaron con los medios de comunicación del Reino Unido.

Los planes para prohibir los centros de estudio cultural y del idioma chino, controvertidos debido a su lealtad política a Beijing, están siendo “rápidamente elaborados por funcionarios para cumplir la promesa de campaña electoral de Rishi Sunak”, según informó el 25 de octubre The Telegraph.

A pesar de la moderación anterior sobre China, el exministro de finanzas prometió en julio enfrentar a Beijing como «nuestra amenaza número uno» mientras competía contra Liz Truss, quien finalmente ganó para convertirse en la primera ministra de Gran Bretaña con menos tiempo en el cargo.

Una de las medidas que Sunak dijo que tomaría sería «cerrar los 30 Institutos Confucio de China en el Reino Unido», que canalizan «casi todo el gasto del gobierno británico en la enseñanza del mandarín» y promueven el «poder blando chino».

Si bien los Institutos Confucio se anuncian como vehículos para facilitar los intercambios lingüísticos y culturales internacionales, su personal debe ser aprobado por las autoridades comunistas chinas. A este personal se le prohíbe asociarse con grupos que el Partido Comunista Chino (PCCh) considere sensibles y se les enseña a evitar discusiones o contenido relacionado con dichos temas.

Sunak también ha dicho que formaría una «alianza internacional al estilo de la OTAN» para «abordar las amenazas cibernéticas chinas y compartir las mejores prácticas en seguridad tecnológica», mientras protege los activos británicos y los secretos industriales de los espías chinos.

Algunos internautas que reaccionaron a los anuncios de Sunak en Twitter se preguntaron si los cumpliría, señalaron sus vínculos con el Foro Económico Mundial o le animaron a establecer una distinción entre «China» y el PCCh en lugar de referirse al partido y al Estado junto con Beijing.

“Combinar estas dos cosas crea las condiciones para que se culpe a los chinos por las acciones de su gobierno. ¿No eras tú el tipo que pedía más matices el año pasado cuando hablabas de oportunidades comerciales con la República Popular China? respondió Luke de Pulford, cofundador de la ONG contra la esclavitud Arise.