Hallan en México restos de un antiguo reino maya
En las ruinas de Sak Tz’i’, un asentamiento maya de al menos 2.500 años de antigüedad, un equipo de arqueólogos y antropólogos halló -a lo largo de unas 40 hectáreas- algunas reminiscencias de un antiguo reino maya.
Estas ruinas mayas se encuentran en el Municipio de Ocosingo del estado mexicano de Chiapas, cerca de la frontera con Guatemala.
En esta nueva expedición, se hallaron montones de roca colosales y escombros que habían sido templos, plazas, salas de recepción y un imponente palacio en terrazas, según reportó el New York Times.
Parte de los restos pertenecían a una ciudadela que -en su apogeo- estaba dominada por una pirámide de 14 metros de altura donde podrían haber estado enterrados los miembros de la familia real. En el lugar en el que se encontraban la pirámide y varias residencias de la élite había muros derribados de piedra cortada.
Referencias de Sak Tz’i’
Sak Tz’i’ no fue de ninguna manera el más poderoso de los reinos mayas, y sus restos son modestos en comparación con los sitios más conocidos de Chichén Itzá y la cercana Palenque.
Según las referencias históricas, el pequeño reino de Sak Tz’i’ —Perro Blanco, en el lenguaje de las antiguas inscripciones mayas— a veces fue aliado, por momentos vasallo y en ocasiones enemigo de varios de los actores regionales más grandes y poderosos, incluyendo Piedras Negras, en la actual Guatemala, y Bonampak, Palenque, Toniná y Yaxchilán, en el actual Chiapas.
La dinastía floreció durante el periodo Clásico de la cultura maya, del 250 al 900 d. C., cuando la civilización alcanzó sus mayores logros en arquitectura, ingeniería, astronomía y matemáticas.
Sin embargo, durante el siglo IX, los asentamientos fueron abandonados y la mayoría de las regiones quedaron desiertas.
Los investigadores no comenzaron a buscar pruebas físicas del reino hasta 1994, cuando los epigrafistas que leían una estela —encontrada un siglo antes en una excavación en Guatemala— se dieron cuenta de que un glifo describía la captura de un rey de Sak Tz’i’, en el año 628 d. C.
Sin embargo, no fue hasta 2020 que hallaron los verdaderos indicios de este antiguo reino maya.
El profesor asociado de antropología Charles Golden y sus colegas hallaron restos de Sak Tz’i’ en el patio trasero de un ganadero mexicano.
Así fue como Golden, en colaboración con el bioarqueólogo Andrew Scherer de la Universidad de Brown y un equipo de investigadores de México, Canadá y Estados Unidos, comenzaron a excavar el sitio en junio de 2018.
Entre sus hallazgos se encontraron un tesoro de monumentos mayas, uno de los cuales tiene una importante inscripción que describe rituales, batallas, una mítica serpiente de agua y la danza de un dios de la lluvia. También han encontrado restos de pirámides, un palacio real y un juego de pelota.
Golden y sus colegas investigadores creen que el sitio arqueológico, llamado Lacanja Tzeltal por la comunidad moderna cercana, fue la capital del reino Sak Tz’i’, ubicado en lo que hoy es el estado de Chiapas en el sureste de México.
Probablemente fue colonizado por primera vez en el año 750 a. C. y luego ocupado durante más de 1.000 años.
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El colapso maya ha sido un misterio durante siglos.
Han surgido muchas teorías sobre la causa de su colapso, y ahora hay evidencia que apunta a una sequía prolongada y severa.
Afortunadamente, la historia de la cultura maya está relativamente bien conservada. Se construyeron edificios de varios pisos para marcar eventos históricos importantes. Las coloridas estructuras se alineaban con el sol y eran muy visibles desde la distancia, con enormes esculturas que ilustraban la crueldad de los gobernantes; y grandes losas de piedra, o estelas, que representan reyes con textos jeroglíficos que registran su historia y victorias militares.