Régimen venezolano detiene a 3 líderes opositores cercanos a Corina Machado

La agitación política en Venezuela alcanza nuevos niveles con la detención de tres líderes del partido Vente Venezuela en la última semana, vinculados a la candidatura presidencial de la principal figura opositora al régimen de Nicolás Maduro, María Corina Machado. Estos eventos turbulentos arrojan sombras sobre el proceso electoral programado para el segundo semestre de 2024, aumentando las tensiones en un país ya marcado por la polarización y la crisis económica.

Guillermo López, encargado del partido Vente Venezuela en el estado Trujillo, se suma a la lista de Juan Freites y Luis Camacaro, destacados miembros del comando de campaña de Machado, quienes fueron detenidos de manera arbitraria en distintos lugares del país en las últimas horas. Este patrón de detenciones arbitrarias de líderes opositores revela una estrategia sistemática para intimidar y silenciar a la oposición, socavando así la posibilidad de una contienda electoral justa.

Sin duda estos eventos no solo representan una violación flagrante de los derechos humanos, sino que también plantean serias dudas sobre la integridad del proceso electoral.

María Corina Machado ha denunciado públicamente estos secuestros, responsabilizando al gobierno de Maduro por estas acciones. Desde la sede de su partido, Vente Venezuela, en Caracas, Machado alertó a la comunidad internacional sobre la persecución política que enfrentan sus colaboradores y la vandalización de las sedes de su partido. La líder opositora destaca la «Furia Bolivariana» como un plan para desestabilizar a la oposición y generar miedo.

“En las últimas 24 horas, ya son dos coordinadores, jefes de comando en dos estados, que han sido secuestrados. Están desaparecidos por parte del régimen, y otros tres coordinadores que están siendo perseguidos”, dijo la opositora ante periodistas el martes pasado antes de conocerse el secuestro de López. 

Inicio de la campaña en medio de la represión chavista

A pesar de la represión y su inhabilitación -de facto- para presentarse en las elecciones hasta 2030, María Corina Machado ha lanzado su campaña presidencial exigiendo al régimen que fije la fecha de los comicios y cese las persecuciones. Machado sostiene que el régimen de Maduro busca esconderse detrás de amenazas y represión debido a la falta de respaldo popular. La campaña se inicia en un escenario tenso, con seguidores del régimen respondiendo al llamado de «Furia Bolivariana», lo que ha resultado en la vandalización de sedes de Vente Venezuela.

“Yo quiero decirle a la comunidad internacional que aquí hay que ponerle un parado, detener esta locura. Porque eso es lo que la ‘Furia Bolivariana’ significa: agresión, desapariciones, persecución y, obviamente, refleja el miedo de un régimen a medirse”, afirmó la candidata a la presidencia venezolana.

Dilema del chavismo y la inhibición de Machado

El chavismo se encuentra ante un dilema crucial sobre si permitir o no la candidatura de la opositora María Corina Machado, quien ha presentado un reclamo ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por una supuesta inhabilitación de facto. Aunque la negociación entre el Gobierno venezolano y la oposición está en pausa, la decisión del TSJ sobre la participación de Machado sigue pendiente y debe resolverse en el corto plazo.

El TSJ ha retrasado su respuesta, generando incertidumbre y negando el acceso al expediente a los abogados de Machado. La reciente designación de Caryslia Rodríguez como presidenta del TSJ, vinculada al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), añade complejidad al escenario.

El chavismo se enfrenta a la encrucijada de decidir entre permitir la participación de Machado, cumpliendo acuerdos previos, o bloquear su candidatura, lo que podría afectar las negociaciones corrientes con Estados Unidos.

El acuerdo de Barbados, firmado en octubre del año pasado para la promoción de derechos políticos y garantías electorales en Venezuela, aboga por una “cultura de tolerancia y coexistencia política, así como por la igualdad de condiciones para todos los partidos políticos”, según indicó Brian Nichols, el principal diplomático estadounidense para América Latina, quien se expresó en redes sociales como “profundamente preocupado por las recientes acciones contra la oposición y la sociedad civil en Venezuela basadas en acusaciones sin fundamento”.

Tras los acuerdos, Estados Unidos suavizó las sanciones contra Venezuela por 6 meses, permitiendo a Chevron reanudar la extracción limitada de petróleo como parte de un esfuerzo para mantener bajos los precios mundiales mientras Occidente presionaba con sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania. En abril próximo se revisará la flexibilización de sanciones y la migración de venezolanos también entra en discusión.

La fijación de la fecha de las elecciones presidenciales, según el acuerdo, es una solicitud urgente, pero el Gobierno ha dilatado la respuesta manifestando el dilema que enfrenta Nicolás Maduro.

 La competitividad de los comicios de 2024 sigue siendo incierta, y el chavismo se encuentra en una posición desventajosa según los sondeos que indican un alto porcentaje de venezolanos que demandan un cambio de gobierno.

En medio de la incertidumbre, Maduro ha acusado a la oposición de planear atentados «terroristas» y ha llamado a activar la «furia bolivariana». Mientras tanto, Machado continúa preparando sus equipos de campaña, actuando como si tuviera la certeza de competir.

Por: Cecilia Borrelli – Mundo Libre Diario

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