Redadas contra la migración ilegal: la Administración Trump refuerza Los Ángeles con 2.000 efectivos más de la Guardia Nacional

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este lunes el envío de 2.000 soldados adicionales de la Guardia Nacional a Los Ángeles, elevando a cerca de 5.000 el número de efectivos desplegados en la ciudad para contener las protestas desatadas por redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

La medida, que incluye también el despliegue de 700 marines, busca garantizar la seguridad pública frente a los disturbios que han sacudido la ciudad desde el viernes 6 de junio, según un comunicado del Pentágono.

Esta acción intensifica las tensiones con el gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ambos del Partido Demócrata, quienes han criticado la intervención federal liderada por el presidente republicano como innecesaria y provocadora.

La decisión de Trump responde a cuatro días consecutivos de protestas en Los Ángeles, desencadenadas por operativos de ICE que han resultado en al menos 118 arrestos de inmigrantes indocumentados, incluyendo 44 detenciones el viernes 6 de junio, según el Departamento de Seguridad Nacional.

Las redadas, enfocadas en lugares de trabajo como una tienda Home Depot en Paramount y el Garment District, han generado enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas federales, con reportes de uso de gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras por parte de las autoridades.

El sábado, en Paramount, más de 50 vehículos federales participaron en un operativo que derivó en choques violentos, con un saldo de 27 arrestos adicionales.

El presidente Trump justificó el despliegue militar en un mensaje en Truth Social el domingo, afirmando: “Si el gobernador Gavin Newscum y la alcaldesa Karen Bass no pueden hacer su trabajo, que todos saben que no pueden, entonces el Gobierno federal intervendrá y resolverá el problema de los alborotadores y saqueadores. ¡Como debe resolverse!”.

La Casa Blanca también emitió un comunicado ese mismo día declarando que “turbas violentas han atacado a oficiales del ICE y agentes federales encargados de hacer cumplir la ley que realizan operaciones básicas de deportación en Los Ángeles, California”.

Estas operaciones, según el gobierno, son esenciales para “detener y revertir la invasión de delincuentes ilegales a EE. UU.”.

El sábado Tom Homan, designado por Trump como zar fronterizo, anunció en una entrevista con Fox News: “Estamos desplegando más recursos en este momento. Esta noche desplegaremos a la Guardia Nacional. Seguiremos haciendo nuestro trabajo”.

Homan enfatizó una política de “tolerancia cero” ante la violencia o daños a la propiedad, mientras que el subdirector del FBI, Dan Bongino, advirtió en X: “Ustedes traen el caos, y nosotros traemos esposas. La ley y el orden prevalecerán”.

Estas declaraciones reflejan el enfoque de mano dura de la administración Trump para restaurar el orden en Los Ángeles, una ciudad que consideran clave para sus políticas migratorias.

El despliegue inicial de 2.000 soldados de la Guardia Nacional, ordenado el sábado, marcó la primera vez en 60 años que un presidente federaliza estas fuerzas sin la aprobación del gobernador estatal, según el fiscal de California, Rob Bonta.

La acción se llevó a cabo bajo el Título 10 del Código de Estados Unidos, que otorga al presidente autoridad para asumir el control de la Guardia Nacional en ciertas circunstancias.

Al día siguiente, los primeros efectivos de la 79ª Brigada de Infantería de la Guardia Nacional de California se posicionaron frente al Centro de Detención Metropolitano en el centro de Los Ángeles, donde los manifestantes han concentrado sus protestas.

El lunes, el Pentágono confirmó la llegada de 700 marines del Segundo Batallón del Séptimo Regimiento, pertenecientes a la Primera División de Marines, para reforzar la seguridad de instalaciones y personal federal. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, había advertido el sábado en X: “Bajo la presidencia de Trump, la violencia y la destrucción contra agentes e instalaciones federales NO se tolerarán. El @DeptofDefensa está movilizando a la Guardia Nacional INMEDIATAMENTE para apoyar a las fuerzas del orden federales en Los Ángeles. Y, si la violencia continúa, también se movilizarán los marines en servicio activo en Camp Pendleton; están en alerta máxima”.

El gobernador Newsom ha respondido con dureza, calificando la acción como “deliberadamente provocativa” y un “paso inequívoco hacia el autoritarismo”. California presentó una demanda el mismo día contra la administración Trump, argumentando que el despliegue viola la Décima Enmienda de la Constitución. La alcaldesa Karen Bass también se opuso a la militarización.

Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió las redadas en una entrevista con “Hannity” de Fox News el lunes, afirmando: “Hoy realizamos más operativos que anteayer y mañana duplicaremos esos esfuerzos”.

Las protestas, que han dejado decenas de detenidos y daños materiales, como vehículos incendiados y grafitis en el Centro de Detención Metropolitano, reflejan el malestar de migrantes que han entrado ilegalmente al país y que temen ser deportados próximamente.

Las manifestaciones se han extendido a otras ciudades como San Francisco, Nueva York y Austin, donde también se reportaron enfrentamientos y arrestos.

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Redacción Mundo Libre
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