Quién es Mark Carney, el banquero de Canadá que tendrá la misión de confrontar con los aranceles de Trump
El primer ministro Mark Carney, cuyo Partido Liberal ganó las recientes elecciones de Canadá, fue dos veces banquero central y ha sido designado para luchar contra la crisis que ahora enfrenta su mayor desafío: guiar a Canadá a través de los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump.
Los liberales de Carney, actualmente en el poder, alcanzaron una victoria sobre los conservadores de Pierre Poilievre, pero la misma no fue lo suficientemente holgada y, por eso, gobernarán en minoría.
Carney, de 60 años, nunca había ocupado un cargo público, lo que en circunstancias normales habría minado su candidatura en Canadá. Pero una destacada carrera bancaria jugó a su favor, ya que el líder liberal argumentó que era la única persona preparada para lidiar con Trump.
Habitualmente hablando con un tono monótono, Carney dirigió una campaña discreta de cinco semanas y evitó grandes meteduras de pata. Su combinación de lenguaje duro y competencia insulsa fue una estrategia deliberada, según los estrategas liberales.
«A diferencia de Pierre Poilievre, ya he gestionado presupuestos. Ya he gestionado economías. Ya he gestionado crisis. Este es el momento de la experiencia, no de los experimentos», declaró a la prensa la semana pasada.
Carney fue elegido líder liberal en marzo, en sustitución del ex primer ministro Justin Trudeau, quien dimitió en medio de bajos índices de aprobación tras casi una década en el cargo. El banquero fue la primera persona en convertirse en primer ministro canadiense sin experiencia como legislador o miembro del gabinete.
Rápidamente eliminó un impopular impuesto al carbono para los consumidores y medidas impositivas a las ganancias de capital, luego convocó elecciones, enfatizando en la necesidad de enfrentarse a Trump.
Carney nació en Fort Smith, en los remotos Territorios del Noroeste. Asistió a la Universidad de Harvard, donde jugó hockey sobre hielo a nivel universitario como portero.
Un trotamundos que pasó 13 años en el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs antes de ser nombrado vicegobernador del Banco de Canadá en 2003. Dejó su puesto en noviembre de 2004 para ocupar un alto cargo en el Departamento de Finanzas de Canadá y regresó para convertirse en gobernador del banco central en 2008, a la edad de tan sólo 42 años.
CAZADO FURTIVAMENTE POR EL BANCO DE INGLATERRA
Carney recibió elogios por su manejo de la crisis financiera, cuando creó nuevas facilidades de préstamos de emergencia y dio una orientación inusualmente explícita sobre mantener las tasas en niveles récord durante un período de tiempo específico.
Incluso en esa etapa, corrieron rumores de que buscaría una carrera política con los liberales, lo que lo impulsó a responder con una irritabilidad que a veces todavía es evidente.
«¿Por qué no me convierto en payaso de circo?», le dijo a un periodista en 2012 cuando le preguntaron sobre posibles ambiciones políticas.
Sin embargo, el Banco de Inglaterra quedó tan impresionado que lo fichó en 2013, convirtiéndose en el primer gobernador no británico en los tres siglos de historia del banco central y en la primera persona en dirigir dos bancos centrales del G7. El entonces ministro de finanzas británico, George Osborne, lo calificó como el «gobernador de banco central más destacado de su generación».
Sin embargo, Carney atravesó momentos difíciles, obligado a afrontar la inflación cero y el caos político del Brexit.
Tuvo dificultades para implementar su política distintiva de señalar la probable trayectoria de los tipos de interés. El banco central afirmó que sus directrices incluían salvedades, pero los medios de comunicación a menudo las interpretaron más como una garantía, y el legislador laborista Pat McFadden calificó al Banco de Inglaterra bajo el liderazgo de Carney de «amigo poco fiable».
Cuando la libra esterlina se desplomó en las horas posteriores al resultado del referéndum del Brexit en 2016, Carney pronunció un discurso televisado para asegurar a los mercados que el banco central abriría los grifos de liquidez si fuera necesario.
«Mark posee una capacidad excepcional para combinar la firmeza de un banquero central con la visión de futuro de un reformista político», declaró Ana Botín, presidente ejecutiva de Santander, en declaraciones escritas a Reuters. Añadió que Carney «estabilizó el rumbo» en el Reino Unido tras el Brexit.
«SUMO SACERDOTE DEL PROYECTO MIEDO»
Pero Carney enfureció a los partidarios del Brexit al hablar del daño económico que, según él, probablemente causaría abandonar la Unión Europea. El diputado conservador Jacob Rees-Mogg lo llamó el «sacerdote del proyecto miedo», pero Carney afirmó que era su deber hablar de tales riesgos.
De 2011 a 2018, Carney también dirigió el Consejo de Estabilidad Financiera, que coordina la regulación financiera de las economías del Grupo de los 20 (G-20).
Después de dejar el Banco de Inglaterra en 2020, Carney se desempeñó como enviado de las Naciones Unidas sobre finanzas y cambio climático.
Después de lanzar la Alianza Financiera de Glasgow para Cero Neto en 2021 para que actuara como un grupo paraguas para los esfuerzos del sector financiero para llegar a emisiones netas cero, Carney supervisó un aumento en la membresía a medida que las juntas se apresuraron a señalar su voluntad de actuar.
Sin embargo, a medida que las implicaciones de la transición a la energía renovable comenzaron a filtrarse a la economía, una reacción política de algunos estados controlados por los republicanos que acusaban a las empresas de violar las normas antimonopolio terminó llevando a varias grandes empresas estadounidenses a abandonar su membresía.
Carney también formó parte del directorio de Brookfield Asset Management y fue presidente del directorio de Bloomberg, pero renunció a su puesto de enviado especial de la ONU y dejó todos los puestos comerciales después de lanzar su candidatura al liderazgo liberal.
«Si no fuera una crisis, no me verían. Soy más útil en una crisis. No soy tan bueno en tiempos de paz», dijo Carney a sus partidarios en febrero.
Con información de Reuters
