Jimmy Lai: el nombre que incomodó a Xi Jinping en el G20
El magnate y activista prodemocrático Jimmy Lai, conocido por su férrea oposición al régimen chino, enfrenta un juicio en Hong Kong bajo la estricta Ley de Seguridad Nacional impuesta por Beijing en 2020. Este proceso judicial no solo ha captado la atención internacional, sino que incluso provocó un momento incómodo entre el presidente chino Xi Jinping y la prensa durante la reciente cumbre del G20 en Brasil.
En el encuentro, el primer ministro británico Keir Starmer intentó abordar el caso de Lai con Xi Jinping, en un diálogo que buscaba tratar temas sensibles como los derechos humanos en Hong Kong. Sin embargo, cuando surgió el nombre de Lai, Xi pidió que los periodistas abandonaran la sala, según reportó la agencia Associated Press.
La historia de Jimmy Lai: De trabajador clandestino a símbolo de la democracia
Jimmy Lai, de 76 años, nació en la China continental y llegó a Hong Kong como migrante clandestino a los 12 años. Comenzó trabajando en talleres textiles y años más tarde fundó Giordano, un exitoso imperio de ropa.
En 1989, inspirado por las manifestaciones prodemocráticas en la Plaza Tiananmen, incursionó en los medios de comunicación con la fundación de publicaciones como el influyente diario Apple Daily. Este medio, conocido por sus críticas al régimen comunista y su apoyo a las protestas prodemocráticas de 2019, fue clausurado en 2021 bajo la presión de las autoridades chinas.
«Tal vez soy un rebelde por naturaleza», declaró Lai en 2020 cuando se le preguntó por qué no vivía una vida tranquila a pesar de su fortuna. «Además del dinero, necesito darle un significado a mi vida».
Los cargos contra Lai: Seguridad nacional y sedición
Lai enfrenta múltiples acusaciones, entre ellas «confabulación con fuerzas extranjeras», sedición y haber solicitado sanciones internacionales contra Hong Kong y China. Según la fiscalía, Lai habría mantenido reuniones con altos funcionarios estadounidenses, como el entonces vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo, para discutir las protestas en Hong Kong. Durante el juicio, Lai negó haber solicitado acciones específicas a los funcionarios. «Solo les relaté lo que sucedía en Hong Kong», afirmó bajo juramento.
Además de este juicio, Lai ya cumple una condena de casi seis años por fraude empresarial, en lo que sus aliados consideran una estrategia para silenciarlo. En total, ha pasado más de 1.400 días en prisión preventiva.
Simpatizantes y repercusiones internacionales
El caso de Lai ha sido observado de cerca por diplomáticos de Australia, el Reino Unido, la Unión Europea y Estados Unidos, quienes han condenado su persecución. «Apple Daily era la voz de muchos hongkoneses», comentó un jubilado que acudió al tribunal a mostrar su apoyo al magnate.
La administración de Joe Biden ha pedido su liberación, y el presidente electo Donald Trump también prometió intervenir. «Lo sacaré, será fácil», declaró Trump en una entrevista reciente, asegurando que el caso de Lai es una prioridad en su agenda con China.
Un símbolo de resistencia
Para muchos, Lai representa la resistencia frente al control autoritario del Partido Comunista chino (PCCh). A pesar de su encarcelamiento, ha mantenido su postura en favor de la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales en Hong Kong. «Siempre hemos apoyado los movimientos por la libertad», afirmó en el tribunal.
El juicio de Lai no solo pone a prueba el sistema legal de Hong Kong bajo la creciente influencia de Beijing, sino que también refleja las tensiones geopolíticas entre China y Occidente, especialmente con la nueva administración de Trump en el horizonte.