¿Qué propone el plan de paz de EE. UU. para finalmente poner fin a la guerra en Ucrania?

Estados Unidos ha elaborado un plan de paz de 28 puntos para intentar poner fin a la guerra en Ucrania, un documento que hoy estudian Kiev, Moscú y varios países europeos. El borrador —al que tuvo acceso Reuters— ofrece a Rusia importantes concesiones territoriales, pero también impone condiciones difíciles para Moscú, como retiradas parciales y límites estratégicos que no estaban en sus objetivos iniciales.
La Casa Blanca busca encauzar una salida negociada a un conflicto que lleva casi cuatro años y que ha provocado desgaste militar, económico y político en Europa y en Washington. El presidente Donald Trump, según fuentes estadounidenses, pretende lograr una paz duradera, y aunque reconoce que “ha sido más difícil de lo que pensaba”, no ha abandonado sus esfuerzos. Para la administración republicana, este plan representa el intento más concreto hasta ahora de acercar un alto el fuego que, por primera vez en meses, parece estar más próximo.
Territorio: el punto más sensible
La parte territorial es la más polémica. El plan establece que:
- Ucrania debería ceder a Rusia el resto de la región de Donetsk, incluyendo Sloviansk y Kramatorsk.
- Moscú mantendría de forma permanente los avances obtenidos desde febrero de 2022 en Lugansk, Zaporizhzhia, Jersón y Donetsk.
- La anexión de Crimea quedaría consolidada.
- La central nuclear de Zaporizhzhia volvería a operar y su energía se repartiría 50 / 50 entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, la propuesta también exige a Rusia retirarse de zonas que ocupó en Járkov y Dnipropetrovsk, incluida la ciudad de Kupiansk, que Moscú asegura haber capturado pero Kiev lo niega.
Además, la parte de Donetsk que Ucrania entregaría no podría ser guarnecida por tropas rusas: quedaría como zona desmilitarizada bajo control de Moscú, un punto que no satisface por completo al Kremlin.
El dinero: activos congelados y nuevas obligaciones
Otro apartado clave es el económico. Occidente mantiene congelados cerca de 300.000 millones de dólares en activos rusos. El plan de EE. UU. propone:
- Que Rusia entregue 100.000 millones a Washington, que lideraría la reconstrucción de Ucrania y obtendría el 50 % de las ganancias de ese proceso.
- Crear un fondo de inversión conjunto entre EE. UU. y Rusia con otra parte de los activos bloqueados.
- Un uso estrictamente regulado del resto de los fondos, sin libertad plena para ninguna de las partes.
El esquema complicaría los planes de la Unión Europea de usar esos activos directamente en favor de Kiev.
Ucrania, por su parte, tendría que renunciar a reclamar reparaciones de guerra por vía judicial.
Seguridad: el fin de la aspiración de ingresar a la OTAN
El capítulo de seguridad afecta directamente al futuro estratégico de Ucrania:
- Kiev debería renunciar permanentemente a entrar en la OTAN, y la Constitución ucraniana tendría que ser modificada.
- La OTAN se comprometería a no expandirse más.
- Rusia firmaría un pacto de no agresión con Ucrania y Europa, aunque el texto solo “espera” que Moscú no ataque a sus vecinos.
- No habría tropas de la OTAN en territorio ucraniano.
- Ucrania no podría convertirse en un Estado nuclear.
- El ejército ucraniano quedaría limitado a 600.000 efectivos, menos de lo que hoy tiene en armas, pero mucho más que los 100.000 que Rusia exigía al inicio de la guerra.
Las garantías de seguridad ofrecidas por Washington son vagamente definidas en el documento: se describen como “robustas”, pero sin detalles concretos sobre su alcance.
Justicia: renuncias dolorosas para Kiev
El plan también obliga a Ucrania a renunciar a:
- Presentar demandas internacionales que acusen a Moscú de crímenes de guerra.
- Oponerse a que Rusia sea reintegrada en el G8 y en la economía global.
- Resistirse a proyectos de cooperación económica entre EE. UU. y Rusia en sectores estratégicos como energía, recursos minerales y el Ártico.
Además, el documento incluye un apartado sobre la “desnazificación”, usando la terminología del Kremlin respecto a ciertos batallones y figuras nacionalistas. Kiev rechaza esta narrativa, pero el texto exige prohibir “ideologías nazis” sin mencionarla explícitamente.
Zelenskiy: “Ucrania enfrenta una de las decisiones más difíciles de su historia”
El presidente Volodímir Zelenskiy reconoció en un mensaje televisado que el país vive “uno de los momentos más difíciles” desde el inicio de la invasión:
“O perdemos dignidad, o arriesgamos perder a un socio clave. O aceptamos los 28 puntos difíciles, o enfrentamos un invierno extremadamente duro”, advirtió.
Zelenskiy afirmó que trabajará “sin declaraciones ruidosas” junto a EE. UU. para buscar alternativas y aseguró que Ucrania no dará motivos para que Rusia diga que Kiev no quiere la paz.
El Secretario de Estado Marco Rubio ha afirmado en diversas oportunidades que “ambas partes deberán hacer concesiones” para poner fin a la guerra.








