¿Qué condiciones impuso Biden para aceptar debatir con Trump?
La anunciada confrontación entre los principales candidatos para la presidencia estadounidense ha sido finalmente confirmada para dos debates presidenciales próximos, un acontecimiento de gran relevancia en el ciclo electoral.
Sin embargo, alcanzar este acuerdo no fue un camino sin obstáculos, ya que el equipo de Biden estableció una serie de requisitos fundamentales para aceptar el desafío de debatir con su rival republicano, Donald Trump, según informó Fox News.
En primer lugar, la campaña de Biden insistió en la exclusividad del debate entre Trump y él mismo, sin la participación de candidatos independientes o marginales. En palabras directas de la campaña de Biden, expresaron que «los debates deben ser uno a uno, permitiendo a los votantes comparar a los dos únicos candidatos con alguna posibilidad estadística de prevalecer en el Colegio Electoral, y no desperdiciar el tiempo del debate en candidatos sin perspectivas de convertirse en presidente».
Este requisito deja afuera al candidato independiente Robert F. Kennedy Jr., que es quien más votos podría quitarle al presidente Biden en las elecciones.
Kennedy ha manifestado su indignación en las redes sociales, en un posteo en su cuenta de X: “Los presidentes Trump y Biden están confabulándose para encerrar a Estados Unidos en un cara a cara que el 70 % dice que no quiere…Al excluirme del escenario, los presidentes Biden y Trump pretenden evitar el debate sobre sus ocho años de fracaso mutuo, incluyendo déficits, guerras, cierres patronales, enfermedades crónicas e inflación”, escribió.
Otro punto de contención fue la ausencia de una audiencia presente durante los debates. La campaña del presidente argumentó que los debates deberían centrarse en los votantes que los ven desde casa, en lugar de ser influenciados por la atmósfera de una audiencia en vivo que podría inclinarse hacia uno u otro candidato. De acuerdo con su declaración, «los debates deben llevarse a cabo para beneficio de los votantes estadounidenses, viéndolos por televisión y en casa, no como entretenimiento para una audiencia en persona con partidarios y donantes estridentes o perturbadores».
Además, se planteó la cuestión de la supuesta “imparcialidad de las cadenas de televisión” que transmitirían los debates. La campaña de Biden sugirió que las cadenas deberían haber organizado debates tanto republicanos como demócratas en el pasado reciente, para garantizar una cobertura justa y equilibrada del evento.
Desde la campaña demócrata expresaron que «en aras de obtener un escenario ‘imparcial’, las cadenas de televisión que alberguen el debate deben haber organizado un debate de las primarias republicanas en 2016 —en el que participó Donald Trump—, y un debate de las primarias demócratas en 2020 —en el que participó el presidente Biden—».
Esta cláusula es polémica, ya que implica que solo están en condiciones de transmitir el evento la CNN, ABC, CBS y Telemundo, todos medios de tendencia izquierdista con afinidad demócrata, dejando afuera por ejemplo a FOX, que tiene una cobertura más conservadora, más afín al expresidente Trump.
Por último, se estableció un requisito estricto en cuanto al tiempo de los debates, con micrófonos que se cerrarían automáticamente al final del turno de cada candidato. Esta medida busca un intercambio ordenado de ideas y evitar el caos de interrupciones que había caracterizado debates anteriores.
Según la campaña de Biden, «debería haber límites firmes de tiempo para las respuestas y turnos alternos para hablar, de modo que el tiempo se reparta equitativamente y tengamos un intercambio de puntos de vista, no un espectáculo de interrupciones mutuas».
A pesar de estas demandas no negociables, el presidente Trump aceptó las condiciones de Biden sin objeciones, expresando su entusiasmo por el primer debate que se llevará a cabo en Atlanta, organizado por CNN para el próximo 27 de junio.
El 10 de septiembre se espera que haya otro debate más, organizado por ABC.