Putin suspende ataques a infraestructura energética de Ucrania luego de llamada con Trump

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el martes 18 de marzo que ordenó a las fuerzas rusas detener los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania durante un período de 30 días, según informó el Kremlin Esta decisión se produce tras una conversación telefónica de más de 90 minutos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que ambos líderes discutieron un alto el fuego de 30 días propuesto por Washington para avanzar hacia un acuerdo de paz permanente en el conflicto en Ucrania.
La medida, descrita por el Kremlin como un gesto hacia la reducción de tensiones, no implica un cese total de las hostilidades, ya que Rusia continuará sus operaciones militares en otras áreas del frente ucraniano. Sin embargo, la suspensión de los ataques a la infraestructura energética, que ha sido objetivo recurrente de Rusia desde 2022 y ha dejado a millones de ucranianos sin acceso a electricidad, se interpreta como un paso hacia la implementación de la tregua propuesta por EE. UU., que Ucrania ya ha aceptado.
El anuncio llega en un contexto de intensas negociaciones internacionales. La conversación entre Trump y Putin, que comenzó a las 10:00 a.m. ET (14:00 GMT) y se extendió por más de 90 minutos, fue calificada como “positiva” por el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Dan Scavino, mientras que Kirill Dmitriev, enviado de Putin, afirmó que el liderazgo conjunto de ambos presidentes ha hecho del mundo un lugar más seguro. Sin embargo, Putin había condicionado previamente su apoyo al alto el fuego a la resolución de varias demandas, incluyendo mantener el control de territorios ocupados, aliviar sanciones occidentales y exigir elecciones presidenciales en Ucrania, según reportes de Reuters y AP News.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Dan Scavino, había indicado previamente que la conversación estaba “transcurriendo bien”, mientras que Kirill Dmitriev, enviado de Putin, afirmó que, bajo el liderazgo de Trump y Putin, el mundo se había convertido en un lugar mucho más seguro.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, quien se encontraba en Finlandia discutiendo el apoyo de ese país de la OTAN a Ucrania, ha insistido en que la soberanía de su país no es negociable y que Rusia debe devolver los territorios ocupados, lo que mantiene las tensiones en las negociaciones. Zelenskiy ha descrito las maniobras de Putin como intentos de prolongar el conflicto, mientras que los aliados occidentales, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han advertido que Rusia ha expandido su capacidad militar-industrial para futuras confrontaciones con las democracias europeas.
El primer ministro británico, Keir Starmer, habló con Trump el lunes y reiteró la necesidad de trabajar juntos para fortalecer la posición de Ucrania y asegurar una paz justa y duradera, según un portavoz del líder británico, informó Infobae. Rusia, que controla aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano tras invadir en febrero de 2022 y anexionarse Crimea en 2014, sostiene que la expansión de la OTAN amenaza su seguridad, justificando su intervención militar.
La suspensión de los ataques a la infraestructura energética, que ha causado devastación en regiones como Dnipropetrovsk y Odesa, según Warontherocks.com y Politico, podría aliviar la presión sobre los civiles ucranianos, quienes han enfrentado apagones masivos y ataques a instalaciones críticas.
La administración Trump, por su parte, ha expresado su compromiso de avanzar hacia una solución que reduzca el sufrimiento humano y estabilice la región, aunque los cambios en la política exterior de EE. UU. y los acercamientos a Putin han generado cautela entre aliados tradicionales, como se detalla en Reuters. La medida de Putin se ve como un posible punto de partida para las negociaciones, pero las posiciones divergentes entre Rusia, Ucrania y Occidente sugieren que alcanzar un acuerdo completo seguirá siendo un desafío.
Esta decisión marca un momento crucial en el conflicto, que ha dejado cientos de miles de víctimas, millones de desplazados y ciudades devastadas desde 2022. Si bien no se ha confirmado un alto el fuego general, la suspensión de ataques a la infraestructura energética podría sentar las bases para diálogos futuros, aunque las condiciones de Putin y las demandas de Zelenskiy mantienen la incertidumbre sobre un acuerdo permanente.