Putin ofrece mediación con Irán mientras Trump presiona por un acuerdo nuclear

El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su disposición a usar la estrecha relación de Rusia con Irán para ayudar a avanzar en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, según informó este jueves el Kremlin.
Tras una llamada telefónica con Putin el miércoles, el presidente estadounidense Donald Trump afirmó que «el tiempo se está agotando» para que Irán tome una decisión definitiva respecto a su desarrollo nuclear. Trump aseguró que Putin coincidía en que la República Islámica «no debería tener armas nucleares».
Durante esa conversación, Putin sugirió que podría involucrarse directamente en las discusiones con Irán y «quizá ser útil para llevar esto a una conclusión rápida», aunque Trump reconoció que Teherán estaba «retrasando el proceso».
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó la intención de Rusia de colaborar.
«Tenemos relaciones de socio cercano con Teherán y, naturalmente, el presidente Putin dijo que estamos dispuestos a usar ese nivel de asociación para facilitar y contribuir a las negociaciones sobre el expediente nuclear iraní», declaró Peskov.
Cuando se le preguntó cuándo podría integrarse Putin a las conversaciones, el vocero explicó que el diálogo con Teherán y Washington sigue activo a través de diversos canales, y añadió: «El presidente podrá involucrarse cuando sea necesario».
Mientras tanto, desde Irán, el líder supremo Ayatollah Ali Khamenei reiteró su firme oposición a abandonar el enriquecimiento de uranio, rechazando una de las principales demandas de Estados Unidos para alcanzar un nuevo pacto nuclear.
«Renunciar al enriquecimiento es 100% contrario a los intereses del país», afirmó Khamenei.
El sábado anterior, Estados Unidos presentó una nueva propuesta de acuerdo nuclear a través de Omán, país que ha actuado como mediador en los diálogos entre el canciller iraní Abbas Araqchi y el enviado especial de Trump para Medio Oriente, Steve Witkoff.
A pesar de haber completado cinco rondas de conversaciones, persisten diferencias importantes, entre ellas la negativa de Irán a cesar su programa de enriquecimiento en suelo nacional y a trasladar al extranjero sus reservas actuales de uranio altamente enriquecido, material que podría utilizarse para fabricar armas nucleares.
Khamenei no cerró la puerta a seguir negociando, pero criticó duramente el enfoque estadounidense: «La propuesta contradice la creencia de nuestra nación en la autosuficiencia y el principio de ‘Sí podemos'».