«Putin morirá pronto», dice Zelenskiy mientras insta a Occidente a no levantar las sanciones

El presidente ruso, Vladimir Putin, «morirá pronto», dijo su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, en una entrevista televisiva el miércoles (26 de marzo), donde instó a los aliados a no levantar las sanciones a Rusia.

Zelenskiy habló en París después de una reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, donde dijo que esperaba que Estados Unidos tuviera suficiente poder para presionar a Rusia a un alto el fuego incondicional.

«¿A quién le teme (el presidente ruso Vladimir) Putin? Empecemos por esto. Lo único que teme Putin es a su pueblo. Teme la desestabilización de la sociedad. Pero nadie puede influir en esto, solo él mismo. La economía, la política de sanciones. El hecho de que no controle ni proteja todos sus territorios será una combinación de varios factores», sostuvo el mandatario ucraniano en diálogo con Eurovision News.

«Volviendo a lo que dije antes: si todos nuestros aliados se mantienen tan fuertes como lo son, si demuestran no solo una especie de ‘superpoder’, sino una fuerza real; si continúan presionando a Putin, la desestabilización de su sociedad se producirá, y eso es lo que teme», añadió.

En otro tramo de la entrevista, Zelenskiy añadió: «Lo segundo que teme es la pérdida de poder. Esto depende de la estabilidad de la sociedad, pero también de su edad. Morirá pronto, eso es un hecho. Para entonces, todo habrá terminado. Es decir, la cuestión sobre él: todo podría acabar antes de que su —por así decirlo— vida histórica, absolutamente segura y sin éxito, termine. Eso es lo que teme».

Estados Unidos señaló el martes que ha firmado, por separado, acuerdos con Rusia y Ucrania para garantizar una “navegación segura” en el Mar Negro.

Según detalla Reuters, los acuerdos contemplan además la prohibición de ataques contra instalaciones energéticas en ambos países.

Este anuncio surge tras las negociaciones que las delegaciones rusas y ucranianas, con la mediación de Estados Unidos, llevan a cabo en Riad, Arabia Saudita.

Con información de Reuters