Punta Arenas: la ciudad portuaria en el sur de Chile que está en la mira de Estados Unidos y China

Punta Arenas, una ciudad remota en el extremo sur de Chile, se ha convertido en un punto de interés crucial en el escenario marítimo global. Ubicada cerca del Estrecho de Magallanes, este puerto ha emergido como un punto neurálgico para el transporte marítimo mundial, atrayendo la atención de las grandes potencias principalmente de China y Estados Unidos.  

Dos veces al año, la bahía de Punta Arenas es ocupada masivamente por barcos pesqueros chinos dedicados a la captura ilegal del calamar en la zona del Pacífico, frente a las costas de Perú, y en el Atlántico Sur, cerca de las islas Malvinas. Entre junio y julio, las naves cruzan el Estrecho de Magallanes desde el Atlántico al Pacífico, y en diciembre retornan al Atlántico sur.

Sin embargo, el impresionante crecimiento del tráfico marítimo a través del Estrecho de Magallanes no responde solamente a los barcos pesqueros chinos, sino también a embarcaciones de buques graneleros, gaseros y portacontenedores. 

Según un informe de la revista Américas Quarterly, el tráfico por la ruta austral interoceánica ha aumentado un 25% en comparación con el año anterior y un asombroso 83% desde 2021. 

Esto se debe principalmente a que tanto China como Estados Unidos, buscan diversificar sus rutas comerciales en medio de las complicaciones en las esclusas del Canal de Panamá y las crecientes tensiones geopolíticas que afectan distintas rutas de embarcación en otras partes del mundo.

También hay claros intereses geopolíticos y de desarrollo tecnológico que llevan a que las grandes potencias quieran acaparar su presencia en la región magallánica. 

La falta de infraestructura

El creciente movimiento de buques de gran calibre en el puerto de Punta Arenas ha puesto en evidencia la falta de infraestructura actualmente disponible en la región. 

La capacidad actual es insuficiente para manejar el creciente volumen de tráfico marítimo, con la falta de grúas de carga y cuencas protegidas, siendo particularmente preocupante. 

Ahora podemos hacer frente al aumento del tráfico, pero si continúa, necesitaremos crecer, tanto en infraestructuras como en personal (…) Necesitaremos más pilotos, más gente y más recursos para controlar mejor el tráfico con barcos de patrulla”, reconoció el comandante de la Armada chilena, Felipe González, según el informe de Américas Quarterly.

Aunque el presidente chileno Gabriel Boric -oriundo de Punta Arenas- ha anunciado planes de inversión para modernizar los puertos y otras infraestructuras en la región, se necesita una acción más audaz y un desembolso más sustancial para satisfacer las demandas actuales.

Boric autorizó una inversión de apenas 400 millones de dólares para los próximos cinco años para la modernización de los puertos e infraestructura, cuando Corporación Andina de Fomento (CAF) considera que la región necesita una inyección de unos 55.000 millones de dólares para poner a punto la zona para la demanda proyectada en los próximos 15 años. 

La carrera por la Antártida

El interés de China en la región magallánica ha sido notable y va más allá de la practicidad para el transporte marítimo.

El año pasado, el gigante asiático firmó un acuerdo con el gobernador de la provincia argentina de Tierra del Fuego para la construcción de un complejo portuario en la isla, justo al otro lado del estrecho, lo que le permitiría aumentar su presencia en la región y proyectar influencia en la Antártida, un área de creciente rivalidad geopolítica.

Sin embargo, Estados Unidos también ha mostrado interés en la región y ha aunado esfuerzos con el gobierno nacional argentino para contrarrestar la influencia de China en la zona. 

Durante la reciente visita a Argentina y Chile de la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur del ejército estadounidense, se firmó un convenio con el gobierno de Javier Milei para la construcción de una base naval argentina que servirá como punto estratégico para las operaciones nacionales en el Atlántico Sur, contando con el total respaldo de Washington.

El hidrógeno verde en la mira

Además del interés económico y logístico, la región de Magallanes también está en el centro de la creciente atención internacional debido a su potencial en la producción de hidrógeno verde. 

La zona austral tiene 16 propuestas realizadas para impulsar el funcionamiento de 3600 turbinas eólicas que permiten la producción de combustibles sintéticos a partir del reciclado del dióxido de carbono. 

Sin duda las fuentes alternativas de energía son áreas donde las grandes potencias intentan explorar y colonizar para garantizar el abastecimiento a sus grandes demandas. 

Foto del avatar
Redacción Mundo Libre
Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Consent

COMENTARIOS

guest
0 Comentarios
Más antiguo
Más reciente
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios