Presupuesto de Trump para 2026 busca recortar más de 6 mil millones en programas proaborto y otras iniciativas progresistas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó una propuesta de presupuesto para el año fiscal 2026 que recomienda recortar más de 6 233 millones de dólares en fondos destinados a programas de «planificación familiar» a nivel global, los cuales, según el documento, suelen promover o facilitar anticonceptivos y abortos a través de organizaciones no gubernamentales (ONG). Además, la propuesta apunta a reducir millones en financiamiento para programas nacionales que, según el texto, “violan la Primera Enmienda” y promueven agendas ideológicas.
La propuesta, publicada la semana pasada, destaca que Estados Unidos es el principal financista mundial de servicios de planificación familiar. El recorte propuesto busca proteger la vida y evitar que fondos públicos se utilicen para promover una agenda proaborto en el extranjero. En línea con esta postura, Trump, al inicio de su segundo mandato este año, firmó una orden ejecutiva que restablece la Política de la Ciudad de México, la cual prohíbe a las ONG usar fondos federales para realizar abortos electivos fuera del país. Esta política ha sido tradicionalmente revocada por presidentes demócratas y reinstaurada por republicanos.
El proyecto de presupuesto también propone reducir el financiamiento de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) destinado a investigaciones sobre cambio climático, ideología de género y racismo, argumentando que estos estudios son divisivos y, en algunos casos, perjudiciales. La propuesta cita un estudio financiado por los NIH sobre jóvenes transgénero, en el que dos participantes se suicidaron, como ejemplo de los efectos negativos de priorizar ciertas agendas ideológicas.
Otros programas no relacionados con la defensa también enfrentan recortes, incluyendo fondos para la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Departamento de Educación, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, el FBI y otros servicios federales. En particular, los recortes al FBI buscan “reformar y racionalizar” la institución, revirtiendo lo que la propuesta describe como una “militarización” durante la administración anterior, que habría incluido acciones contra manifestantes pro-vida, padres en reuniones escolares y ciudadanos opuestos a ciertas ideologías.
La propuesta también elimina el financiamiento al National Endowment for Democracy, criticado por su Índice de Desinformación Global, que, según el documento, señaló y afectó a medios conservadores como The Federalist, Newsmax y The Blaze. De manera similar, se recorta el apoyo a programas de la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) relacionados con la “desinformación y propaganda”, los cuales, según la propuesta, han sido utilizados para “violar la Primera Enmienda” y atacar la libertad de expresión de los ciudadanos y del propio presidente.
Asimismo, se eliminan millones de dólares destinados a iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), políticas asociadas al Green New Deal y programas relacionados con el cambio climático, descritos como “ideologías climáticas radicales”. La propuesta argumenta que el gasto del año fiscal 2025 priorizó intereses de ONG y universidades comprometidas con agendas de género y clima que, según el documento, son contrarias a los valores de los trabajadores estadounidenses.
Este proyecto de presupuesto refleja las prioridades de la administración Trump para reorientar el gasto público hacia lo que considera necesidades esenciales de los ciudadanos, promoviendo una agenda centrada en la protección de la vida, la libertad de expresión y los intereses nacionales. La implementación de estas medidas dependerá de la aprobación del Congreso, lo que podría generar intensos debates en un contexto político polarizado.